Michelin tiene previsto mantener en 2023 el nivel de inversiones que año tras año acomete en su fábrica de Aranda de Duero. Fuentes de la multinacional de neumáticos detallan que se encuentran rematando su plan de actuaciones de cara al próximo ejercicio, pero avanzan que optarán por «un año de continuidad» en el que «se va a seguir invirtiendo» en la capital ribereña.
Hace unos meses, el director de la factoría en Aranda, Carlos Abril, ya precisó en una entrevista con este periódico que Michelin cuenta este año con «un nivel importante de inversiones, superior a los 20 millones de euros», que van destinados a mejorar el entorno de trabajo o la competitividad de los procesos así como a la adaptación y transformación de las instalaciones de la factoría a los productos nuevos que van llegando, sin olvidar aspectos relacionados con la sostenibilidad medioambiental.
A la espera de que se concreten cifras y actuaciones, desde los sindicatos aplauden que el grupo haya decidido dejar intactos sus planes de inversión a pesar de la incertidumbre que cunde en los mercados por diversos factores, desde la inflación al aumento de los costes energéticos. «Todo continúa sin cambios. Nos han anunciado que las inversiones se mantienen y eso una gran noticia, la más importante», subrayan desde CCOO, ya que, a su juicio, el hecho de seguir con su estrategia inversora garantiza «un funcionamiento normal» tanto en la fábrica de Aranda de Duero como en las que la multinacional tiene en el resto de España y a nivel europeo.
A corto plazo. Como ya sucedió en octubre, la fábrica de Michelin volverá a producir dos domingos al 50% durante la primera quincena de noviembre. De esta forma, trabajará la mitad de la plantilla de los talleres donde se fabrican los neumáticos, ya que «el resto va con normalidad», apuntan las mismas fuentes sindicales.
Así se lo ha trasladado la dirección del grupo al comité de empresa. Por ahora, estas previsiones engloban únicamente la primera quincena de noviembre, aunque prevén que en la segunda e, incluso, en diciembre, pueda darse una situación similar. «Hay que ir viendo poco a poco lo que sucede, qué va a pasar con la guerra de Ucrania o con los precios de la energía», apuntan al respecto. En cualquier caso, aseguran que estas medidas «no son preocupantes» y remarcan que existe margen suficiente para afrontarlas. De hecho, en otras fábricas europeas se cerrará dos o tres días y en Aranda «la actividad no para, todo va con buen rumbo».