El milagro de Ramón

A.C.
-

Ramón López salió el martes a dar un paseo y se cayó por una ladera de unos 20 metros en el pinar de Cogullos. Allí pasó la noche hasta ser localizado ayer. A sus 92 años resistió a la caída y a la intemperie y ya está en casa

Ramón López, en el centro, con el pelo blanco, se baja del coche que le traía del Centro de Salud de Villarcayo. - Foto: A.C.

La peripecia vivida en la noche del martes por Ramón López Saiz se ha quedado en eso, en una aventura que contar a los nietos y por fortuna no se ha convertido en una desgracia como muchos podían pensar cuando a las cinco de la madrugada se pospuso el dispositivo de búsqueda hasta la mañana siguiente. Salió de su casa en Ahedo de Linares el martes hacia las siete de la tarde para dar su habitual paseo por los alrededores, pero a nadie avisó del itinerario que iba a tomar, ni llevaba un teléfono móvil. En una pista de difícil acceso en el pinar de Cogullos, el pueblo vecino, decidió quitarse la chaqueta y apoyarla a un lado junto a su cachaba antes de ir a orinar. La mala suerte hizo que, al apartarse del camino, se resbalara y cayera al fondo de una ladera de unos veinte metros, del que no pudo salir en toda la noche, al tener muy doloridas la mano y una pierna aunque intentó escalar.

A las tres y media de la tarde de ayer cuando llegaba a casa después de ser examinado en el Centro de Salud de Villarcayo, vecinos y familiares exclamaban: «Ha sido un milagro que haya aparecido vivo despeñes de toda la noche». Ramón López se bajaba del coche magullado y desorientado, pero con una sonrisa, al ver como todos querían saber de él y saludarle. A sus 92 años había resistido a una caída considerable y a una noche a la intemperie, en la que por fortuna las temperaturas fueron benignas.

(Más información en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)