Atapuerca cierra campaña con una docena de restos humanos

G.G.U.
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Han aparecido en la Sima de los Huesos y en El Portalón y pertenecen a distintas partes del cuerpo humano: hay restos de falanges, fémur, cadera, oído y pelvis. Ahora deben estudiarse para poder establecer vínculos con hallazgos de otras campañas

Atapuerca cierra campaña con una docena de restos humanos

El Portalón de Cueva Mayor y, sobre todo, la Sima de los Huesos, han vuelto a ser los yacimientos más fructíferos de la Sierra de Atapuerca en lo que a descubrimientos de restos humanos se refiere. El consejero de Cultura, Javier Ortega, ha hecho su primera visita al enclave arqueológico burgalés como miembro del Gobierno de la Junta con motivo del balance de campaña, en el que los tres codirectores han explicado lo más destacado de las últimas seis semanas.

En este sentido, Juan Luis Arsuaga ha detallado que en El Portalón han aparecido tres falanges de mano y un fragmento de fémur, que se estudiarán para verificar las teorías sobre la forma de vida de la población del Neolítico y, más concretamente, de los primeros agricultores y ganaderos que habitaron Atapuerca, procedentes directamente de Turquía y Oriente Próximo. En la Sima de los Huesos, también en Cueva Mayor y con una datación de unos 430.000 años, se han encontrado una docena de fragmentos óseos del género Homo, de entre los que Arsuaga ha destacado una pelvis incompleta - "un fósil muy raro en otros yacimientos del mundo, que ayudará a entender la dinámica del parto", un resto de cadera y un hueso temporal -del oído- que, se supone, pertenece a alguno de los muchos cráneos encontrados en este punto en campañas anteriores (los más famosos son el número 4, Agamenón, y el número 5, Miguelón). "O puede que a otro distinto", ha señalado el experto, afirmando que lo extraordinario de esta pieza es que permite saber "cómo oían, cuál es la banda de frecuencia".

Los hallazgos extraídos de todos los demás yacimientos abiertos (Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Cueva del Mirador y ahora también Cueva Fantasma) son, fundamentalmente, vestigios de fauna y de industria lítica correspondiente a distintas etapas de la evolución del hombre pero no por eso desdeñables, ya que corroboran las teorías establecidas en años previos.