La ciudad dispondrá de su primer piso tutelado destinado a personas con discapacidad intelectual este mismo otoño. Se trata de un proyecto piloto en el que Maite Canal trabaja desde hace tiempo con la ilusión puesta en que alguno de los alumnos del Centro Ocupacional briviescano, del que es la directora, pueda emanciparse y tener una vida autónoma.
«Empezaremos de una manera gradual con un solo usuario que tenga la experiencia de haber vivido solo», explica la impulsora del plan. Las viviendas tuteladas son centros residenciales destinados a individuos con discapacidad que poseen un grado suficiente de autonomía personal, y en los que se trabaja la integración y normalización de los residentes, fomentando al máximo su capacidad de autogestión e independencia. Actualmente, en el centro briviescano atienden a 16 usuarios a jornada completa y de ellos «diría que todos podrían ser futuros ocupantes del piso», manifiesta Canal.
El Ayuntamiento briviescano colaborará con el proyecto cediendo una vivienda de titularidad municipal ubicada en la calle El Ferial, que actualmente se utiliza como albergue, a Aspamibur (Asociación de Padres de Minusválidos de la Bureba). Se trata de una primera planta y se encuentra amueblada. No obstante, la concejala de Bienestar Social, Casilda Martínez, declara a este periódico que ha «solicitado presupuesto para acondicionar la cocina y el baño». Además cuenta con un salón, tres dormitorios y una terraza cubierta. A partir de que finalicen las obras de rehabilitación del alojamiento oficial destinado a los peregrinos y el piso quede vacío podrá ponerse en marcha el proyecto social.
Para la directora del Centro Ocupacional, la importancia y trascedencia de este proyecto piloto que se desarrollará a lo largo de los próximos meses radica en favorecer la convivencia en pisos de personas del medio rural con discapacidad intelectual o enfermedad mental que necesitan «apoyos ligeros», y hacerlo en plena comunidad, «no apartadas ni aisladas sino en el centro de la ciudad, lo que implica la interacción de los usuarios con el resto de vecinos», añade.
Este proyecto cuenta con el apoyo de otras dos entidades: Adeco Bureba y CaixaBank. Ambas dotarán con fondos a la Asociación burebana para poder equipar el domicilio con muebles, menaje y electrodomésticos. «Pretendemos que durante el día los usuarios estén bajo la tutela de un profesional que, por la noche regresará a su casa, por lo que se quedarán solos ciertas horas. En principio, no se creará empleo porque se trata de una experiencia piloto y tendremos que ver en las necesidades existentes en todos los sentidos. Habrá un cuidador y se fijarán las horas de servicio dependiendo de cada habitante», expone la directora.
Algunos de los posibles usuarios han pasado antes por otros centros o han sido desviados al briviescano por los Servicios Sociales porque residían con familiares y en la actualidad se han quedado solos. El proyecto trascenderá a Briviesca y a toda la comarca.
Adeco Bureba. La Asociación para el Desarrollo Comarcal Bureba (Adeco Bureba), dentro de los trabajos que pretende desarrollar a lo largo del ejercicio actual gracias al convenio firmado con Sodebur, lanzará un curso de formación relacionado con la atención a domicilio. «Un hecho que beneficiará a que dispongamos en la zona de personas preparadas para encargarse de cuidar y supervisar a los futuros huéspedes», sentencia Maite Canal.