Pesquera pide zona de baño en el Ebro o ayuda para una piscina

P.C.P. / Pesquera de Ebro
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El alcalde, Victoriano Ruiz, ha solicitado a la Confederación permiso para colocar algún sistema móvil que minimice el riesgo y quiere repoblar la campa con especies autóctonas. Ha legalizado la depuradora

El alcalde de Pesquera de Ebro, Victoriano Ruiz, en la zona del río que utilizan los bañistas. - Foto: Jesús J. Matías

El Ayuntamiento de Pesquera de Ebro tiene múltiples frentes abiertos en torno al agua, no en vano el río marca uno de los ejes de vida para este pueblo del Valle de Sedano que, entre otros proyectos, quiere habilitar una zona de baño segura y más cómoda para las decenas de personas que durante el verano se acercan a disfrutar de ella, en una comarca sin apenas piscinas públicas.  

El alcalde, Victoriano Ruiz, ha solicitado permiso a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para que le permita instalar una escollera móvil o algún sistema reversible en el cauce del río que sirva para dominar la corriente y crear un remanso en el que los bañistas -«este verano ha habido más de 100 algunos días, vienen de los pueblos de alrededor»- disfruten sin riesgos. El río goza de una excelente salud en esta zona, con un tramo libre para la pesca de cangrejos que está dando muchas y sabrosas capturas a los aficionados. La sequía no parece haber hecho mella aquí. «Este año han soltado más de una cuarta más de agua que otros años, ¡mira como baja!», exclama Ruiz mientras señala al río.

El alcalde explica que la CHE le ha propuesto construir una piscina  con una captación de agua del río, pero no lo ve claro por el gasto que supondría construir el vaso, los vestuarios, contratar socorrista, mantenimiento... «Nos tendrían que dar alguna subvención», apunta.

De la campa que rodea a la zona de baño se talaron los viejos chopos pero la empresa contratada no ha sacado dinero por la madera y ha dejado al Ayuntamiento colgado. «Tenía que destoconar y replantar y se ha ido sin hacerlo. Estamos en juicio con ellos», explica el alcalde, que cifra entre 20 y 25.000 euros el coste de esas labores frente a los 4.000 que depositó como fianza. «Vamos a plantar árboles autóctonos, nogales, encina, fresnos, robles...», añade. Recientemente, la Confederación acudió con maquinaria y al menos limpió una parte del terreno, que «estaba como una selva», para evitar incendios y también eliminar culebras. 

Ha habilitado un aparcamiento en batería para turismos y caravanas, aunque no disponen de área propia, y también una fuente con agua potable que alivia la sed de los bañistas y permite que se limpien los pies cuando salen del río. Una mesa y un área de juegos infantiles completan las mejoras visibles.

Pero también existen otras menos apreciables pero de las que Ruiz se siente orgulloso. La más costosa ha sido la legalización de la depuradora, que se ubica en esta misma zona a la entrada de Pesquera y que si bien funcionaba, acumulaba mucha suciedad. «Hemos tenido que limpiar los filtros, vallarla y limpiarla» para obtener por fin el visto bueno de la Confederación.

Finalmente, se prevé que este mandato concluya la urbanización de varias calles del entorno.Una vez asfaltadas las cuestas de Barrioabajo y los Giles, le ha tocado el turno al camino que lleva hasta la depuradora y el parque infantil junto al río. Según Ruiz, está previsto  terminar la segunda fase en las próximas semanas con una inversión de 18.000 euros, procedente de los Planes Provinciales de Diputación. También quiere colocar una reja de hierro con una puerta en la pequeña cueva que se encuentra arriba, junto al puente, y evitar que se convierta en refugio de gamberros y botelloneros.