La reforma de las casas de los maestros se complica

ARSENIO BESGA
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Las rehabilitaciones con fondos de la UE deben acabar en 2026. Por tanto, Miranda se centra en dar continuidad a la actual zona delARU Ebro-Entrevías

Las casas de los maestros están en el comienzo de la calle Condado de Treviño, muy cerca del IES Fray Pedro de Urbina. - Foto: A.B.

El Ayuntamiento de Miranda está trabajando para presentar las  solicitudes en cada convocatoria de fondos europeos. Entre ellas, se encuentran las partidas destinadas a rehabilitar edificios y la ciudad ya ha diseñado su hoja de ruta. En principio, los responsables municipales se centrarán en dar continuidad a la zona del ARU Ebro-Entrevías. Con ello, las conocidas como casas de los maestros no están al principio de la lista de prioridades, aunque hace apenas un año se barajó esa área como candidata a un futuro proyecto. Este hecho viene dado porque desde Bruselas se ha impuesto 2026 como plazo máximo para completar todas las obras. Por sus condiciones, la intervención en esas viviendas, situadas al principio de la calle Condado de Treviño, tendría muy difícil cumplir semejante exigencia.

Según explica la concejala de Urbanismo, Soraya Solórzano, «antes se exigía un plan especial que conlleva bastante tiempo de tramitación». «Por ejemplo, si se debe instalar un ascensor por el exterior y ocupar la vía pública tienes que hacer una modificación de planeamiento y eso demora mucho las tramitaciones», describe. En la actualidad, con los fondos europeos, la edil del PSOE reconoce que «vamos ajustados, porque en 2026 todo tiene que estar ejecutado y justificado» y «para instalar los ascensores en las casas de los maestros teníamos casi la certeza de que se necesitaría ese plan especial». 

Sobre ello, Solórzano aclara que «no quiere decir que descartemos esa opción, pero por tema de plazos se complicaría». En cambio, el Consistorio de Miranda tiene claro que en la zona Ebro-Entrevías sí terminarán a tiempo. De hecho, la edil relata que ya se han reunido con la Junta de Castilla y León y desde la administración autonómica les han transmitido que esa propuesta encaja con las nuevas líneas de financiación.

Con lo cual, ahora deben realizar una serie de cambios en su memoria, para ajustarse a las exigencias de los fondos europeos. A través de esa partida, el Ayuntamiento busca cumplir con la cuarta fase del ARU Ebro-Entrevías y, así, rehabilitar en torno a 150 viviendas. Esto supondría un incremento de medio centenar de casas con respecto al objetivo inicial.

Unido a ello, al margen de completar la cuarta fase, la administración local creará un nuevo proyecto. Este se podrá financiar en caso de que, finalmente, sobre dinero de los fondos europeos o surja otra vía de financiación. Esta intervención, que se daría tras la cuarta fase delARU, volvería a centrarse en esa misma área. «El objetivo en la otra propuesta es ir avanzando en más calles», apunta Solórzano. «Hemos visto mucho interés en esa zona, hasta nueve comunidades nos han dicho que están trabajando en un proyecto», comenta.

En cualquier caso, bien sea para completar la cuarta fase o para ampliar el recorrido, las nuevas obras resultarán diferentes a las de hace años. La Unión Europea ha definido como eje central de la política de recuperación la eficiencia energética, mientras que los trabajos de antaño no siempre iban en esa dirección. La trascendencia de esta cuestión es mayúscula, puesto que el porcentaje de financiación que se reciba para sufragar las reformas dependerá del nivel de ahorro energético resultante. Sobre ello, la concejala de Urbanismo adelanta que el objetivo es situar, «en general», a las viviendas en un rango «intermedio» de este valor.

Casco viejo. La zona de Ebro-Entrevías se nutrirá del programa de «rehabilitación a nivel de barrio». En cambio, el Casco Viejo tiene muy complicado entrar en esa vía de financiación, ya no por los plazos, sino porque sus problemas «son mucho más que eficiencia energética y recibió un programa de rehabilitación», recuerda Solórzano. «Entonces, si ahora nos enrocamos en que sea esa zona puede ser que perdamos la oportunidad para la zona del ARU», dice. Aún así, las calles más antiguas de Miranda tienen otra opción, que pasa por «la rehabilitación a nivel de edificio», una fórmula diferente pero válida para su caso concreto.