Condena por cambiar el bombín a una inquilina que debía un mes

I.E.
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El juzgado considera al propietario culpable de un delito de coacciones y le impone una multa de 540 euros. La arrendataria no abonaba las facturas de la luz

El juzgado de instrucción 3 dictó la sentencia. - Foto: Luis López Araico

La lógica reacción de un propietario cuando dejan de pagarle el alquiler es tratar de echar a su inquilino, por las buenas o por las malas. Pero cuando escoge esta última opción -contraviniendo las recomendaciones de todos los expertos- puede darse de bruces con un problema aún más grave. Es lo que le ocurrió a un casero de Burgos a finales de noviembre de 2020.

La mujer que vivía en una casa de su propiedad dejó de pagarle la mensualidad de noviembre y un par de facturas de la luz. Cuando ella se marchó de vacaciones navideñas a su ciudad natal, Zaragoza, él aprovechó para cambiar la cerradura del piso, con las pertenencias de ella dentro. Pues bien, el juzgado de instrucción 3 de Burgos le condena a una multa de 540 euros por un delito de coacciones y recuerda al dueño de la casa que lo que debería haber hecho es interponer un procedimiento civil para exigir judicialmente el lanzamiento de la arrendataria. 

Un ejemplo más, por tanto, de  las consecuencias que acarrea tomarse la justicia por propia mano.

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