Una ingeniería burgalesa tasa el beneficio de la calima

G. ARCE
-

Agrae analiza el polvo sahariano que cubrió España entre el 14 y el 18 de marzo y que regó el suelo de fertilizantes cuyo valor equivalente en el mercado supera los 11,8 millones de euros

Jorge Miñón, ingeniero agrónomo que ha medido los beneficios de la tormenta de polvo africano registrada a mediados de marzo. - Foto: Valdivielso

La calima más excepcional de las últimas décadas en España, la vivida entre el 14 y 18 del pasado mes de marzo, no solo ensució la atmósfera, los coches, los cristales, los tejados o las aceras, sino que también cubrió los campos y los bosques de un fino manto de ricos fertilizantes naturales. La ingeniería burgalesa Agrae, apoyada con los datos del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, ha analizado los nutrientes disponibles en el polvo sahariano, la intensidad con la que se precipitó cada hora sobre la geografía nacional y, muy especialmente, el valor económico aportado a los suelos, que ha estimado en más de 11,8 millones de euros en el conjunto del país.

Este estudio, que está teniendo una amplia repercusión nacional por los precios desorbitados que están alcanzado los fertilizantes agrarios en la actualidad, partió de una sencilla tarea, la de recoger muestras de polvo africano no contaminado en diferentes puntos geográficos para proceder a su análisis en unos laboratorios en Palencia.

"Nos despertó la curiosidad el conocer que habían caído hasta 7 gramos de polvo por metro cuadrado, lo que equivalía 70 kilos por hectárea, una concentración bastante interesante pensando que en el cereal se aportan entre 200 y 400 kilos de abonos por hectárea", explica Jorge Miñón, ingeniero agrónomo e impulsor de Agrae junto a sus compañeros Gonzalo Ruiz, Alejandro Manrique e Iosody Silva.

Los análisis confirmaron que el suelo del desierto argelino y marroquí tiene un alto contenido en calcio (10.440 miligramos por kilo) y, sobre todo, en nitrógeno y potasio (2.100 mg/kg y 728 mg/kg, respectivamente), dos nutrientes muy demandados en los cultivos y que, vista la evolución de los precios, suponen un regalo de la madre naturaleza.

El paso siguiente fue ponerse en contacto con el Centro Nacional de Supercomputación, que contaba con unos mapas de seguimiento, hora por hora, de la masa de polvo, así como de su concentración. "En tres días se depositó medio kilo de nitrógeno por hectárea, lo que no nos hace ni ricos ni pobres, pero hay que pensar que se está pagando a 600 euros la tonelada. La potasa se paga a 750 euros y el calcio a 200 euros".

Agrae estima en 11,8 millones de euros el 'riego' con fertilizantes africanos de las 24 millones de hectáreas que ocupa España. Por extensión, a Castilla y León le corresponden casi 1,7 millones. 

Agrae también ha afinado su estudio a Burgos. Los tres días de lluvia de polvo aportaron nutrientes al suelo por valor de unos 708.000 euros. Por lo que respecta a los cultivos herbáceos (el cereal), la aportación es de 280.000 euros equivalentes, mientras que los leñosos (viñedos) es de 11.000 euros.

"La calima no resuelve el problema al que ahora se enfrenta el campo, pero su análisis nos permitirá ajustar los cálculos de fertilización para el próximo año".

Miñón no cree que la cosecha de este año sea mejor o peor por la aportación africana, máxime cuando lo realmente determinante va a ser la ola de calor vivida a mediados de mayo y que ha afectado a los cultivos en un momento muy sensible de su crecimiento.

Recetas

El experimento de Agrae, empresa especializada en el mapeo se suelos agrarios (entre ellos viñedos), va más allá. Jorge Miñón recuerda que ahora los agricultores tiene que echar los fitosanitarios en sus campos con una receta previa prescrita por un técnico agrario, y que en 2023 ocurrirá lo mismo con los fertilizantes. "Es la normativa de gestión sostenible de los suelos, auspiciada por Europa, que obligará a los suelos de secano a analizarse cada 10 años, plazo que se reduce a 3 en el caso de los regadíos".

El conocer con exactitud la calidad de los suelos agrarios no solo mejorará la lucha contra la contaminación por nitratos, "sino que limitará el uso de nitrógeno y fosfatos, un tema de gran calado económico para el campo con los costes tan disparados de la fertilización, que se han multiplicado por tres en muy poco tiempo".

De hecho, su trabajo de mapeo de suelo se ha multiplicado en los últimos meses porque el agricultor es más consciente de los ahorros que genera. "Muchas veces se fertiliza sin conocimiento y se utilizan fórmulas poco adecuadas al suelo".

Agrae, una empresa puntera surgida de las aulas de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural de la Universidad de Burgos, ha decidido compartir sus estudios, que ta estaban levantando expectación en las redes sociales. Ya ha recibido llamadas desde Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y otras provincias de Castilla y León.