Aurelio Medel

Hecho a mano

Aurelio Medel


Frambuesas en llamas

08/10/2022

Los incendios del verano provocaron un pleno de las Cortes de la región el martes pasado y hoy una manifestación de bomberos forestales en Madrid. Alfonso Fernández Mañueco respondió con el anuncio de un plan, aún no hay detalle, que quiere apagar el fuego duplicando el presupuesto, de 65 millones a 126 millones de euros. 

Los Ingenieros de Montes, que algo de esto saben, lo ven distinto. «No hay que reforzar la desproporcionada atención que se presta a la extinción, frente al estado de abandono de los montes en buena parte de nuestro país. Además de los medios que ya tenemos para extinguir los incendios, necesitamos modificar la estructura de nuestros montes para hacerlos mucho más resilientes», sentencia el colegio de Montes.

Mañueco mira a Madrid para el problema de fondo y pide a Pedro Sánchez 'un fondo específico' vinculado a «gestión forestal, aprovechamiento maderero, recursos micológicos, apícola, resinero o frutos rojos, y en el que la ganadería extensiva debe jugar un papel esencial». Salsa de frambuesa con pino.

La gestión de las masas forestales es seguramente el mejor instrumento para prevenir incendios, hacer frente al cambio climático y a otros retos de España, especialmente de Castilla y León, como la despoblación, que es la principal causa del crecimiento desordenado de los bosques y de la gran acumulación de combustible.

En 50 años se ha triplicado la biomasa depositada en los montes y en 80 se ha multiplicado por 2,5 veces la masa forestal, lo que ha llevado a que se formen nuevas suelos con hasta 10 toneladas de vegetación muerta, una bomba en espera de detonador. En 1900, en Neila, por ejemplo, había 20.000 ovejas y 497 personas. Hoy, hay menos de 30 cabezas y 144 habitantes censados.

Mañueco dijo que quiere trasladar el «modelo de éxito de los montes de Soria al resto de la Comunidad». Es el modelo de toda la Comarca de Pinares de Burgos-Soria. Una zona que ha perdido la mitad de la población y tiene al lobo de vuelta. No arde, pero se consume.

Los montes acumulan ingentes cantidades de leña y maleza, y buena parte de la madera va a producto con poco valor añadido, embalaje o viruta para tablero. Limpiar el bosque, transformar el residuo en biocombustible y la madera en producto de más calidad es más sostenible y genera empleo. Las frambuesas se pueden regalar.