La Audiencia Provincial de Burgos juzgará este próximo octubre un presunto caso de abuso sexual con penetración. La Fiscalía pide para el acusado la pena de siete años de prisión, más una indemnización de 15.000 euros «en concepto de daño moral» a la víctima, que en el momento de los hechos estaba «privada de sentido como consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas», relata el escrito.

Los hechos sucedieron la madrugada del 23 de septiembre de 2018, cuando el presunto agresor acompañó a la víctima a su casa desde un bar en el que se encontraron. Dado el estado de embriaguez de la mujer, el Ministerio Público detalla que no pudo «oponer ningún tipo de resistencia». Sin este impedimento, el procesado «se colocó sobre ella y con ánimo libidoso, la penetró sin que mediara consentimiento», aclara el fiscal.

El hombre contaba con antecedentes penales «no computables para la reincidencia» ,y además «estaba en situación irregular en territorio español». Por todo lo sucedido, el Juzgado de Instrucción de Miranda ya decretó contra el varón la prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia inferior de 200 metros. Además tampoco podía contactar con ella. Ahora se solicita ampliar la distancia a 500 metros y que no pueda relacionarse con la víctima en diez años.