Una central hidroeléctrica a su medida en Poza y Lences

S.F.L.
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Atalaya cede ante las alegaciones presentadas por los ayuntamientos y vecinos y construirá dos balsas de menor tamaño en el Páramo de Masa y en la pedanía. Alcanzará una potencia de unos 200 MW

Imagen de archivo de una central hidroeléctrica en Aranda de Duero. - Foto: LUIS LÓPEZ ARAICO.

Las alegaciones que presentaron los ayuntamientos y algunos vecinos de Poza de la Sal y Lences de Bureba contra el anteproyecto de la construcción de una central hidroeléctrica reversible en su territorio han dado su fruto. Atalaya Generación, la compañía especializada en el desarrollo de trabajos sobre energías renovables y promotora del plan, ha valorado las propuestas y modificado su idea inicial. En concreto, el tamaño y la ubicación de las balsas, y la potencia total instalada, que pasará de 606 megavatios a unos 200. 

La central planteada tendrá dos embalses que pretenden enclavar en el Páramo de Masa y en el entorno de la Encinilla, ambos pertenecientes a la villa salinera. Sin embargo, el que planearon situar en el alto (el de mayor capacidad) ocuparía tierra arable que trabajan los agricultores, por lo que solicitaron que lo trasladaran unos metros para que tan solo invadiera terreno de pastos. El del nivel inferior, que en un principio se aproximaba bastante al cementerio de la pedanía, «se alejará definitivamente. Todos los cambios que nos pidieron y que podíamos asumir se han llevado a cabo», aclara Pedro Machín, portavoz de la compañía. 

Por otro lado, el plan contempla una captación de agua del río Ebro en un punto localizado en la zona de Oña. El agua obtenida  se conducirá mediante una tubería enterrada en dirección sur, atravesando la villa condal y Salas de Bureba, hasta llegar al emplazamiento de la CHR (Central Hidroeléctrica Reversible), previsto en Poza. Los dos almacenamientos y el agua contenida en el nivel más bajo -en Encinilla- será bombeada durante las horas de menor demanda eléctrica al depósito situado en la cota más alta -en el Páramo de Masa delimitado por los aerogeneradores del parque eólico- con el fin de turbinarla posteriormente para generar electricidad en las horas de mayor demanda eléctrica. 

Tanto el consistorio pozano como la entidad local menor consideraron que el volumen de las balsas «eran enormes y requerimos que las redujeran porque consideramos que en caso de que se produjera una rotura podría resultar peligroso por posibles inundaciones», explica José Tomás López, alcalde de Poza. Asimismo, el político explica que «inicialmente pretendían contenerlas mediante taludes pero al final han optado por excavar más y enterrarlas a mayor profundidad». A pesar de las condiciones propuestas, el regidor pozano asegura que «el proyecto nos interesa por la repercusión social y económica que tendrá en la zona. Cada pueblo tiene sus recursos y nosotros hemos apostado por las energías renovables». 

La futura planta se ha concebido y diseñado de modo que sea capaz de amortiguar las oscilaciones de sobreproducción o de escasez de producción de los parques eólicos y plantas solares fotovoltaicas del norte de la provincia. Así, tanto el ciclo de trabajo (número de horas de turbinado o de bombeo) como los equipos electromecánicos y sus auxiliares se han definido persiguiendo la mayor adaptabilidad posible a estas condiciones de trabajo. En el momento en el que los consumidores demanden electricidad pero la energía de otros parques sea insuficiente para dar respuesta, entrará en funcionamiento la CHR soltando el agua de la balsa superior a la inferior.

En la actualidad, un equipo de técnicos trabaja en la redacción del proyecto, que según Machín «avanza a buen ritmo. También hemos contactado con ayuntamientos y Patrimonio para adaptarlo por el bienestar común».