El desconocimiento de la normativa no exime de su cumplimiento pero el boom del turismo de autocaravana surgido tras la pandemia ha terminado por ocupar algunas zonas de la ciudad que han sido tomadas literalmente como la plaza de Santa Teresa, el aparcamiento exterior del Centro Comercial Camino de la Plata o los párking situados en el bulevar (junto a la escuela infantil municipal Los Gigantillos o el del parque del Castillo (traseras del Vagón). 

La Ordenanza de Movilidad en vigor prohíbe pernoctar (sí se puede aparcar) con este tipo de vehículos en espacios públicos salvo en lugares habilitados para ello y en el caso de la capital el único lugar permitido es el área de autocaravanas ubicado en el aparcamiento disuasorio de Las Torres, junto al instituto Pintor Luis Sáez. En el resto de lugares de la ciudad no está permitido y la Policía Local puede poner sanciones. El artículo 137 de esta normativa lo considera una falta grave y pueden llevar aparejada una multa de 200 euros.

Es habitual a última hora de la tarde o primera hora de la mañana ver a los autoravanistas en el interior de sus vehículos cenando o desayunando en estos espacios públicos e, incluso, desplegando extensiones de los vehículos o mesas y sillas. Una situación que se da especialmente los fines de semana en el Castillo pero a diario en Santa Teresa o el aparcamiento del exterior del Camino de la Plata. 

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