Las residencias piden formación ante la falta de auxiliares

A.C. / Pedrosa de Valdeporres
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Valdeporres ha descartado sumar 25 plazas más al centro municipal ante las dificultades para cubrir la plantilla y el de Medina de Pomar va a impartir un curso para formar en geriatría al personal de limpieza

En la residencia El Mirador, de Villasante de Montija, la plantilla de 9 auxiliares está completa. - Foto: A.C.

En la residencia de Pedrosa de Valdeporres han llegado a contratar auxiliares de enfermería o geriatría de Madrid. En la de Nuestra Señora del Rosario, de Bilbao. Las grandes dificultades para encontrar profesionales de Enfermería, Medicina o Fisioterapia son viejas conocidas de todas las residencias de Las Merindades, pero ahora también faltan auxiliares de enfermería o geriatría, la base de la plantilla para que los centros puedan funcionar. Cuanto más rural es el municipio donde se enclava la residencia, más se agrava el problema, como es el caso de la residencia Condado de la Revilla, de Pedrosa de Valdeporres, donde ni siquiera un plus de 300 euros por encima del convenio atrae a trabajadoras de este sector.

Ante la situación que cada año que pasa empeora más, los responsables de las residencias coinciden en solicitar cursos de formación en la propia comarca. El alcalde de la Merindad de Valdeporres, Belisario Peña, es uno de los que afirma que «hacen falta cursos de formación, porque en los pueblos no hay mano de obra cualificada suficiente». Lamenta la inestabilidad que produce la falta de auxiliares en el geriátrico municipal y que incluso impide admitir nuevos ancianos, a pesar de contar con plazas libres. 

En Pedrosa de Valdeporres hacen falta dos auxiliares y no dan con ellas. Dos profesionales recientemente contratados apenas duraron 15 días en su puesto. La residencia está alejada de grandes núcleos de población y no parece atraer a personas decididas a cambiar su domicilio y fijarlo en Valdeporres. Ante esta situación, el alcalde afirma que el proyecto de ampliar las instalaciones de la residencia para sumar 25 plazas más a las 49 actuales, «está totalmente descartado por este tipo de problemas con la plantilla». Ahora el centro de Valdeporres no alcanza el ratio y, por ello, no puede admitir nuevos ingresos, salvo en caso de tratarse de personas válidas.

En Medina de Pomar, el presidente de la Fundación Nuestra Señora del Rosario, Juan Esteban Ruiz Cuenca, coincide en la necesidad de formar personas de la comarca, aunque en la residencia medinesa está cubierta la plantilla de auxiliares. A pesar de ello y para consolidar la plantilla y garantizarse la cobertura de plazas vacantes por salidas o bajas, Ruiz Cuenca avanza que esta fundación va a contratar a una empresa privada que capacitará profesionalmente como auxiliares a personal ahora dedicado exclusivamente a la limpieza. La fundación costeará sus propios cursos en busca de una solución a las dificultades para hacerse con personal. Además de ello va a convertir en jornadas completas algunas parciales con el fin de garantizar la permanencia de auxiliares de enfermería y contratar como fijas discontinuas hasta 9 meses, el máximo posible, a las auxiliares que cubren vacaciones o bajas.

Ahora mismo el centro medinés busca un profesional de Enfermería y un fisioterapeuta. En el caso de la residencia de mayores El Mirador, de Villasante de Montija, la plantilla de auxiliares está completa, pero tiene vacantes el puesto de terapeuta y el del médico.

Desde Trespaderne, el gerente de la residencia Virgen del Carmen, Juan Bustamante, insiste como el resto en que «se debe de formar a personas de la comarca, porque los salarios de este sector son bajos y nadie se desplaza fuera de su ciudad por una oferta como auxiliar de enfermería». En la comarca coincide con Belisario Peña en que «hay pocas personas formadas» y augura que las dificultades para completar las plantillas y cumplir las ratios de personal se agudizarán a partir del próximo 1 de enero, en que se prevé que la Gerencia de Servicios Sociales deje de permitir la habilitación de personal como auxiliar solo por su experiencia, aun careciendo de estudios.