No dejan de resultar curiosos los vericuetos por los que algunos sucesos corrientes adquieren el rango de noticia. Cualquiera es capaz de discernir, claro está, que muchas veces tal condición viene dictada por la notoriedad de sus protagonistas: se juzga intrascendente que un perejil acompañe a sus cuñados a visitar el Museo de la Evolución Humana, en tanto merece una foto de portada que Mick Jagger se dé una vueltecita por el Reina Sofía; a nadie importa un pepino que nuestro vecino del quinto mantenga una aventura extramarital, pero media España se hará lenguas de que Gerard Piqué y Shakira han roto peras; o, por aportar un ejemplo más cercano, que su hijo de usted vaya a contraer matrimonio es cuestión que solo atañe a su familia, pero suscitará un lógico interés mediático que los que estén en trance de darse el sí quiero sean el alcalde de nuestro suelo bendito y una concejala de su grupo municipal.

En otras ocasiones se convierten en material periodístico hechos que se presentan ante nuestros ojos como sorprendentes o disparatados: Un jabalí sale del mar en Alicante y muerde a una mujer de Cuenca que estaba tomando el sol, hemos leído estos días en algunos titulares con el estupor que cabe suponer. Y a veces se aprovecha, en fin, el perfil más grotesco y ruin de la condición humana: hemos sido puestos recientemente en autos de que, en su delirio, el portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León ha acusado a una periodista acreditada en el Parlamento regional de pretender dar muerte a sacerdotes.
Pero acaso las noticias que a uno más le sorprenden sean aquellas que desvelan una realidad excepcional oculta bajo la capa de un episodio aparentemente corriente. Burgos consigue contratar a quince médicos recién especializados, nos contaba este periódico el sábado, y a fe que resulta revelador de la situación que padecemos que el hecho de que nuestro sistema de salud se dote de un puñado de doctores novatos sea abordado como si del fichaje de Kylian Mbappé se tratara. Y es que la verdadera noticia que el periódico nos está contando se refiere a todos esos miles de médicos que no están dispuestos por nada del mundo a trabajar en Burgos, ni en Castilla y León, por muchos incentivos que se les ofrezcan.