La fiesta de la Resurrección

I.P.
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Después de tres días de dolor, las calles de la ciudad vivieron con alborozo las procesiones de Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría que culminaron con el encuentro de madre e hijo en la Plaza del Rey San Fernando entre jotas y música

Momento de la llegada a la Plaza del Rey San Fernando de las dos procesiohnes, la Virgen de la Alegría y Cristo Resucitado - Foto: DB

Redoble de tambores, música de dulzainas, tintineo de campanillas y jotas para festejar el Domingo de Resurrección y el reencuentro entre Jesucristo y su madre. Ningún escenario más bello que la Plaza del Rey San Fernando con la Catedral como testigo y muchos burgaleses y turistas para vivir el Anuncio Pascual de la buena nueva. Eran las 13,15 horas cuando se producía la entrada de ambas procesiones, la del Cristo Resucitado por la calle de La Paloma y la de la Virgen de la Alegría por el Arco de Santa María para ponerse frente a frente en medio de la monumental plaza. Allí se escuchó el saludo del arzobispo de la Diócesis, Mario Iceta, que celebró la fiesta de la Resurrección y tuvo palabras de recuerdo para los enfermos, las perdsonas mayores, sus cuidarores, los que no encuentran trabajo  y los que viven en la desesperanza. Agradeció, además, la labor de las cofradías  y hermandades por "vivir la Semana Santa con hondura y fervor" y por  mostrar en sus procesiones el arte que atesoran las iglesias de la ciudad.

Pero antes del encuentro entre Cristo y María, la procesión del Anuncio Pascual había tenido dos puntos de inicio. El paso del Cristo Resucitado, una talla de Manuel López de 2005, había salido hacia las 12 horas de la iglesia de la Sagrada Familia y recorrido entre danzas y la música de los tambores, dulzainas y campanillas las calles de Federico Martínez Varea, Plaza Francisco Sarmiento, Alfonso X el Sabio, Clunia, Avenida del Cid, Concordia, Plaza de Alonso Martínez, Laín Calvo la Virgen de la Paloma. Por su parte, el paso de la Virgen de la Alegria partió pasadas las 12,30 de la iglesia de San Nicolás de Bari, en un gran ambiente de público y fiesta para procesionar por las calles Fernán González, Avellanos, Plaza Alonso Martínez, San Juan, La Moneda,  Plaza de Santo Domingo de Guzmán, Calloe Carnicerías, Pseo del Espolón y Arco de Santa María.

El grupo de danzas María Ángeles Saiz  junto con la banda infantil de tambores de la Hermandad de la Sangre de Cristo  y Nuestra Señora de los Dolores no dejaron a animar el recorrido, seguido por muchos ciudadanos, a los que se sumaron muchos más en la Plaza de la Catedral con el encuentro entre ambos pasos,. Aquí tras las jotas para festejar la alegría, ambos pasos iniciaron un recorrido conjunto por varias calles céntricas hasta la Plaza de Alonjso Martínez donde se despidieron para regresar cada una a sus lugares de partida, San Nicolás de Bari y la parroquia de la Sagrada Familia.