El cambio de contenedores sigue al ralentí

C.M.
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Se han completado las islas del G-3 y Cellophane y ahora se trabaja en el Casco Histórico Alto. Se confía en agilizar la colocación la próxima semana

Detalle de un contenedor destrozado. - Foto: Jesús J. Matías

Otro problema que se ha encontrado la nueva empresa encargada del servicio de recogida de basura es el mal estado en el que se encuentran los contenedores, que llevan años sin renovarse. De hecho, los últimos se compraron en 2014. Muchos de ellos no tienen tapa, les fallan los apoyos, están vandalizados o no les funciona el pedal. 

Urbaser se comprometió a cambiarlos por un nuevo modelo más práctico en cuatro meses aunque ahora ha sumado un mes más por los problemas de suministro y de equipos para su colocación. Se ha completado el cambio en los barrios del G-3 y Cellophane y se ha iniciado en el Casco Histórico Alto. «Tenemos el mismo problema. Si contábamos con tener tres grúas, tenemos una o ninguna, lo que no está ralentizando», aseguró la delegada de Urbaser. 

En este sentido, la empresa tiene previsto redoblar el equipo que está colocando los nuevos contenedores la próxima semana y confía en acelerar el proceso. El tiempo apremia, dado que hay que colocar 4.500. A mediados de agosto se habían instalado 27 islas completas y está previsto que sean 600. Cada una de ellas lleva un contenedor gris, otro amarillo, otro azul y otro verde. También se han instalados algunos sueltos en algunas zonas y en otras conviven antiguos y nuevos. 

Paralelamente, la empresa trabaja para la implantación de la recogida puerta a puerta en la hostelería y los comercios y también en los polígonos industriales. En el primer caso ya se han mantenido reuniones para explicar el nuevo procedimiento en el que se indicará a cada establecimiento el horario en el que los operarios pasarán a recoger los residuos y este mes habrá nuevos encuentros. «Hemos concretado con ellos los cubos que se ajustan a las necesidades y ya les hemos pedido», señaló Inés Porras, al tiempo que avanzó que en las próximas semanas se harán visitas a las fábricas ubicadas en los polígonos industriales para explicar el sistema.

La idea es que los residuos se guarden en el interior de los locales y los trabajadores de Urbaser pasen a recogerlos. Todo ello para evitar que haya basura, papel o envases fuera de los contenedores a cualquier hora.