Más buses y rebaja de la ORA con 'Burgos Central' activo

C.M.
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Las restricciones al tráfico en el caso de dispararse la contaminación se concentran en el centro de Burgos, aunque no se descarta ampliarlas a otras áreas, pero en una segunda fase

El cierre a los vehículos solo será efectivo con niveles muy altos de contaminación. - Foto: Valdivielso

La puesta en marcha de una Zona de Bajas Emisiones en enero de 2023 en cumplimiento de la Ley de Cambio Climático sigue generando controversias y se ha vuelto a poner de manifiesto en la última reunión del Consejo Social por el debate que suscitó. El alcalde, Daniel de la Rosa, defiende el proyecto presentado a los fondos europeos Next Generation al conseguir una ayuda de 2,5 millones de los 3,5 que costará que irán fundamentalmente destinados al sistema de control que impedirá el acceso a las tres zonas cuando se produzcan elevados niveles de contaminación. 

No obstante, De la Rosa avanzó que se trabaja en la elaboración de la ordenanza que regule las restricciones a los vehículos privados mientras se aumentarán los autobuses urbanos y se potenciará su uso, así como también se ha planteado una posible rebaja de la tarifa de la ORA en determinados momentos para que los vehículos no lleguen al 'Burgos Central'. «Solo si los niveles aumentan se limitarán los vehículos que pueden pasar aunque dadas las características de la ciudad creo que jamás superaremos esos niveles». 

El mapa que se ha diseñado contempla tres zonas. La cero, que abarca el centro histórico y se ciñe a calles ya peatonales, y a la que solo podrán acceder vehículos con autorización como residentes, personas que vayan a un aparcamiento, a clientes de hoteles, vehículos de emergencias, vehículos de movilidad personal (VMP) o de reparto eléctrico.

La zona básica contempla restricciones de acceso a los vehículos más contaminantes en lugares como el inicio de la calle Vitoria (entre el Cid y San Lesmes), la avenida del Arlanzón (hasta el puente Gasset), en el tramo de la calle Valladolid entre Correos y el puente Santa María y en las calles Santander, San Lesmes o San Pablo. 

Finalmente, la zona ampliada incluye el perímetro de la avenida de Cantabria y se limita al sur por el paseo de la Audiencia, la Isla, el bulevar y la Quinta y al oeste por el paseo de los Cubos y al norte por la avenida del Cid y San Francisco. 

No obstante, el alcalde avanzó que no se descarta ampliar estas zonas en un futuro a otras barrios si así se considera como podría ser Gamonal. 

La portavoz del PP, Carolina Blasco, lamentó que el mapa de la zona de bajas emisiones se haya decidido al margen de los grupos políticos municipales. «Nadie ha tenido la posibilidad de opinar sobre la zona de baja emisiones».

Fondos europeos. Durante la reunión del Consejo Social también se dieron a conocer los fondos europeos que la ciudad ha conseguido hasta ahora, 10,5 millones, que irán destinados a la citada zona de bajas emisiones, a actuaciones vinculadas al comercio y a los mercados municipales o peatonalizaciones, semipeatonalizaciones como la plaza Lavaderos, Francisco Grandmontagne o el lateral de la plaza de Roma o adaptación de paradas de autobús. 

Paralelamente, se han presentado propuestas en diferentes ámbitos que permitirían obtener otros 12 millones. 

La portavoz del PP lamentó que no se haya dado información a los grupos municipales sobre el desarrollo de los proyectos y criticó alguna de las actuaciones. Entre ellas, la creación de un nodo logístico para repartir la paquetería que se ubicará en Gamonal. «No tiene sentido si la zona que se va a cerrar si hay una elevada contaminación es el centro de la ciudad».