La acuciante inflación que castiga el bolsillo de los burgaleses y encarece el precio de la cesta de la compra, unido al aumento progresivo de los afiliados a la Seguridad Social, ha impulsado la recaudación de tributos del Estado un 9,5% en lo que llevamos de año. Las arcas de Hacienda están aprovechando la situación para nutrirse con más dinero del que solían percibir de manera normal: entre enero y junio Burgos ha enviado a la Agencia Tributaria 353,3 millones de euros en concepto de todos los impuestos estatales.

Por hacernos una idea, a lo largo del primer semestre del 2021 la cifra fue de 322,5 millones, 293,1 si tomamos como referencia los seis meses iniciales del 2020. Hay que remontarse hasta 2018 para encontrar un balance recaudatorio tan positivo para Madrid como el de actual curso: ese ejercicio Hacienda ingresó 378,3 millones. A nivel regional, Castilla y León derivó 1.808,5 millones hasta junio, lo que supone una subida del 4% con respecto al dato del mismo periodo del año anterior, casi 70 millones más.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)