El Casco Alto urge un plan integral que resucite su comercio

C.M.
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Más de una veintena de locales están vacíos entre las calles Fernán González y Subida de San Miguel. La asociación vecinal pide cambios en la normativa para que puedan acoger también talleres artesanales

La falta de tiendas obliga a realizar largos recorridos a los vecinos más mayores. - Foto: Alberto Rodrigo

Abrir la ventana de casa y observar monumentos tan emblemáticos como la Catedral o los arcos de San Gil y San Esteban o deleitarse con el parque forestal del Castillo puede ser el sueño de muchos pero vivir en el Casco Histórico Alto también tiene sus inconvenientes. A la tradicional falta de aparcamiento como consecuencia de la ausencia de garajes al ser edificaciones antiguas y la apuesta por las peatonalizaciones, se suma también la escasez de servicios, especialmente del pequeño comercio, lo que obliga a los residentes, muchos de edad avanzada, a tener que desplazarse hasta el entorno de la Plaza Mayor o Capitanía para acceder a productos básicos.

La proliferación de locales vacíos desde hace años, más de una veintena entre la calle Fernán González y el entorno de la Subida de San Miguel, ha sido determinante para que los residentes lancen la voz de alarma ante la agonía de los negocios tradicionales. Panaderías, pescaderías, carnicerías, tiendas de ultramarinos o bares de barrio han ido echando el cierre y en los lugares que ocupaban lucen carteles de 'se vende', 'se traspasa' o 'se alquila'. De seguir con esta dinámica, el Casco Histórico Alto puede convertirse en un escaparate para los turistas pero en un entorno con muchas incomodidades para los residentes, lo que acabará por expulsarles.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)