La residencia de mayores de Miranda de Ebro está de fiesta este martes por el aniversario de su usuaria Cándida Peña Hernando, que cumple cien años. Esta mujer, natural de Valmala, un pequeño pueblo al este de la provincia, ha recibido el cariño y las felicitaciones de sus allegados en varias videollamadas a lo largo de la mañana y esta tarde podrá recibir la visita presencial de un familiar, mientras que otros parientes suyos podrán verla desde la distancia a través de una cristalera, para garantizar así la salud del resto de residentes. 

Cándida Peña Hernando nació el 1 de diciembre de 1920 en Valmala, donde pasó una gran parte de su vida. También residió en Garganchón junto a su marido y sus hijos. Enviudó muy joven, a los 38 años, quedándose a cargo de seis hijos, teniendo su primogénita solamente 9 años y la pequeña, 3 meses.

Trabajó como ama de casa y colaborando en las faenas del campo, labores que hicieron que, con el paso de los años, se trasladara a residir a Miranda de Ebro. En este municipio, además, tenía una hermana con la que tenía muy buena relación y quien le ayudó en los momentos difíciles.

A medida que sus hijos fueron creciendo e independizándose, ella comenzó a vivir con una de sus hijas hasta que la atención en el domicilio se fue complicando y por precisar de un mayor seguimiento de su salud ingresó en la residencia de Fabero, en León, donde permaneció hasta su traslado al centro mirandés en enero de 2018.

Con motivo de este especial aniversario, los usuarios de la residencia podrán degustar este martes tarta y chocolate, como es habitual en estas ocasiones; además, la dirección del centro ha hecho un regalo a Cándida.