Elogio de lo noble, burla de lo cutre

ALMUDENA SANZ
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José Antonio Carreño analiza la actualidad a partir de una rocambolesca y humorada historia situada hace 2.600 años en 'El guardián de la Torre de Babel'. Se presenta el martes en el Museo de la Evolución

José Antonio Carreño muestra parte del guion que ha seguido para lograr una novela redonda. - Foto: J. Carreño

Decepcionado, cansado, hastiado de la sociedad que lo rodeaba, recién cerrada la primera agencia de comunicación que había creado, hace casi una década José Antonio Carreño (Zamora, 1963) necesitaba renovarse y limpiarse profundamente. Podía haber tirado de lejía, pero prefirió ponerse frente al folio en blanco. Ese proceso terminó en El guardián de la Torre de Babel (Editorial Fanes), su primera novela, enclavada, en sus palabras, en un género inclasificable que aúna novela histórica y relato policiaco, con mucho humor. De ella hablará en el Museo de la Evolución Humana este martes (20.15 horas, entrada libre), acompañado por el científico Carlos Briones, un viejo amigo con el que compartió piso cuando ambos eran universitarios de provincias en el gran Madrid, que no han dejado de seguirse la pista y de colaborar juntos. Además de su conversación, el público escuchará un tema de la banda sonora compuesta para este libro y aprenderá a escribir su edad en signos cuneiformes. 

El guardián de la Torre de Babel traslada al lector 2.600 años atrás, a la Babilonia del siglo VI a.C. Acaban de asesinar al sumo sacerdote y un código grabado en su piel anuncia la destrucción de la ciudad más grande del mundo y de la Torre de Babel. El rey confía la salvación a un espía avezado, pero con demasiada afición a la cerveza. En este contexto irrumpirán mercaderes con ambición ilimitada, esclavas seductoras, enemigos sin rostro, mujeres poderosas... 

Una historia rocambolesca que, afirma Carreño, le permite hacer una revisión de la sociedad occidental, sin olvidarse de reírse de sí mismo y de divertirse con el lanzamiento de dardos envenenados. «Tras la apariencia de ese thriller y luchas de imperios por el poder hay un análisis muy profundo de lo que somos ahora mismo, con un elogio de lo más noble que somos ahora como sociedad, pero también una burla de lo más cutre y lo más miserable», expresa sin dejar de advertir que sus páginas se extienden igualmente como un homenaje a la mujer. «Los personajes más potentes son los femeninos. Pongo en su boca alguno de los pensamientos más profundos de esta novela», remacha y aprecia la magia de su ópera prima en la consecución de una «historia muy trascendente con una forma humorística». 

Blande ahí el humor como su mejor arma. «El ser humano y el humor van de la mano, el día que lo perdamos estamos muertos. Ese humor elegante, con la ironía como herramienta literaria, es muy poderoso porque te permite poner en tela de juicio todo lo que somos y lo que fuimos con un tremendo respeto», expone el autor, satisfecho de haber dado por fin el paso de publicar esta obra tras dar con un sello independiente y honesto. 

Porque, finalista del Premio Círculo de Lectores de Novela 2015, su cabreo con el sector editorial en aquel momento, que, por resumir, lo rechazó por no ser una cara famosa, le llevó a condenarla a la oscuridad. Solo la pandemia la rescató. Dos estancias en el hospital le abrieron los ojos. Sintió tan cercana la fugacidad de la vida que resolvió ponerse al servicio de su felicidad. Y sacar ese libro tornó en urgencia. Con menos prisa afronta el segundo, en el que viaja a la Antigüedad con un gran personaje histórico.