Medio centenar de familiares, amigos y empleados de la fábrica Bridgestone de Burgos plantaron el sábado 200 árboles en una antigua cantera de piedra arenisca en Quintanar de la Sierra sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados. Además, en cada árbol, entre los que se encontraban pinos y robles, se colocó un identificador con el nombre de las personas que colaboraron en su plantación para que puedan comprobar cómo crece en sus próximas visitas.

El principal objetivo de la iniciativa pasaba por lograr una mejora del sustrato del terreno, de la biodiversidad y del paisaje. Pero además de tratarse de una jornada especialmente beneficiosa para el medio ambiente, también sirvió para que los asistentes conocieran las distintas especies que habitan en el entorno. Y, por otro lado, también se aprovechó para impulsar los valores etnográficos y culturales de la zona con una visita guiada al Horno de Mataca, destinado a la elaboración de pez, por parte de la Cabaña Real de Carreteros.