La consultora AIS Group divulgó ayer su mapa de la pobreza infantil en España, un estudio propio elaborado a partir de distintas fuentes y variables que afirma que el 21,8% de los menores de Burgos está en riesgo de pobreza. Es decir, que uno de cada cinco niños y adolescentes (o dos de cada diez) vive en familias cuyos ingresos son inferiores a los del conjunto de la población. La provincia ocupa la decimosexta posición más baja del territorio español y, en lo relativo a la región, está en la mitad de la tabla.

Fuentes de AISGroup señalaron que el mapa -en el que se refleja una brecha divisoria entre el norte y el sur- se ha «construido» a partir de una gran base de datos propia (Habits Big Data) que se nutre de información sociodemográfica y económica procedente de fuentes como el censo, el padrón, las encuestas de presupuestos familiares y de población activa, el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM), el catastro o incluso la Agencia Estatal de Meteorología. Todo ello se completa con otras fuentes de ámbito privado para evaluar contenidos sobre actividad económica que, después de un tratamiento estadístico, permiten «obtener un retrato de la sociedad española, de las características y del comportamiento de sus familias».

Unas palabras con las que la consultora se refiere a qué tipos de hogares hay y cuántas familias de cada uno de esos tipos (pensionistas, parejas con o sin niños o solteros) hay en cada zona y, de todas ellas, de qué ingresos disponen y a qué los dedican. En este punto, la consultora indica que analizan grandes categorías (transporte, alimentación u ocio, pero también subcategorías. Es decir, en lo relativo a alimentación, se analiza el gasto en pescado o verduras frescas, galletas o cereales. Todo ello se desagrega hasta el nivel de código postal y sección censal para poder obtener tasas concretas, como es la de pobreza infantil.

Así, la consultora concluye que Navarra es la región con menos niños en situación de precariedad material (11,2%) y Extremadura la que más (51%). AIS, de hecho, pinta de rojo, amarillo y naranja el territorio ubicado de Madrid para abajo y en distintas gamas de verde el que está de la mitad de España hacia arriba, para mostrar de forma gráfica la desigualdad y ofrecer sus servicios para evaluar la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible que la ONU ha fijado para 2030, dado que la erradicación de la pobreza es el primero.