«Tocar las narices a la gran empresa no sale gratis»

G. ARCE
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El periodista burgalés Fernando González Urbaneja, autor del libro 'Ferrovial, un viaje sin fronteras', conoce bien a la constructora que está en el foco del debate tras anunciar que trasladará su sede social a los Países Bajos

Fernando González Urbaneja, periodista burgalés y conocedor de Ferrovial. - Foto: Patricia

Fernando González Urbaneja ha sido esta semana un referente para muchos de los que han querido conocer un poco mejor a la constructora Ferrovial. Autor del libro 'Ferrovial. Un viaje sin fronteras', este periodista burgalés recibió en 2011 el encargo de relatar los 60 años de trayectoria de la gran constructora de la familia Del Pino, en paralelo a la evolución de la economía española y mundial. Habló con directivos de Ferrovial y de otras compañías, analizó actas de los consejos administración y cientos de documentos y archivos hasta 2012.  

Ferrovial nació en 1952 colocando traviesas en las líneas de ferrocarril, «incluida la Madrid-Burgos», y luego construyendo las propias líneas. Los 30 kilómetros que cerraron los accesos ferroviarios a Madrid y que interconectaron las diferentes estaciones fue su primera obra icónica, «y los construyeron en 30 días». Del ferrocarril a la obra pública, resaltando la construcción y la explotación de la autopista Bilbao-Behobia. Su salto internacional definitivo, relata González Urbaneja, se da en 1999, con la compra de la autopista 407 en Ontario (Canadá), «que es como la M-40 de Toronto». «Ha sido su operación más rentable y a raíz de la cual viene Heathrow (el aeropuerto de Londres), Canadá, Estados Unidos (Texas y Virginia), Polonia... Hoy, el 90% de su negocio está fuera de España».  

El periodista matiza que Ferrovial Internacional ya tuvo su sede en Londres, de donde colgaban todos sus negocios, aunque con el Brexit («que les inquietó mucho»), se trasladó a Ámsterdam. «Ahora lo que era la filial de la cabecera, se convierte en cabecera». «Supongo que ya esperaban la reacción en contra, aunque creo que por parte del Gobierno ha sido excesiva. El Gobierno ha tocado las narices a las grandes empresas y nada es gratis... Ferrovial no marcará la tendencia para otras empresas del tamaño de Iberdrola, ACS o BBVA, porque tiene muy poco negocio en España». 

La constructora española, recuerda, se va a Ámsterdam al igual que en su día hicieron Fiat y Mediaset en Italia por razones fiscales y de seguridad jurídica. «No nos engañemos, son compañías que se financian en los mercados internacionales y buscan emisiones de bonos que lleven la máxima calificación, que no es el caso de la española».