Las palomas dejan huella en las ciudades, sus corrosivos excrementos de gran tamaño que inundan plazas, edificios, aceras y mobiliario urbano, se ha convertido en un problema de salubridad en buena parte de la geografía nacional, y Briviesca no se libra de esa plaga. La cantidad de grano de cereal procedente de la Bureba que se acumula en varios almacenes de la localidad atrae a las aves, que encuentran en el lugar un buen sitio para habitar.
Las continuas batidas de limpieza, los intentos de captura y las distintas trampas no son del todo suficientes y, a pesar de que el Ayuntamiento sostiene que la población de palomas «se ha logrado controlar y reducir de forma importante» gracias a la instalación de cinco jaulas, lo cierto es que no se puede bajar la alerta.
La empresa Lokímica comenzó a trabajar en los servicios de control de plagas en el municipio en junio de 2021. En el destinado a las palomas comenzaron en ese mismo mes con la realización de un censo poblacional de estos animales pero los trabajos de campo no se iniciaron hasta el mes de septiembre. «Durante este periodo comprobamos que había un número de palomas muy grande, más de lo esperado, y encontramos factores que facilitan su proliferación, como la disponibilidad de alimento, agua y cobijo», explica Javier Del Aguila, delegado de la compañía. Para poder atacar el problema los expertos debían conocer previamente la magnitud de ese problema y donde se concentraba. Según el experto, la situación con la que se toparon «no era un reto fácil» y por ello han optado por incrementar las capturas a través de dos métodos: con jaulas y mediante redes lanzadera.
Comenzaron con menos pero la abundancia de aves obligaron a la compañía a incrementar el número de trampas, que se han colocado en distintos lugares de la ciudad. «El Ayuntamiento nos ha facilitado mucho las cosas, poniéndonos en contacto con distintas personas que sufren directamente el problema, pero aún así, ha resultado complicado encontrar los mejores puntos para ubicarlas porque tienen que cumplir ciertos requisitos de situación y accesibilidad», añade el técnico. En sinergia con el equipo de gobierno han elegido los lugares óptimos para su colocación en zonas con gran densidad de población y donde mayores problemáticas se puedan crear. Es necesario que ese lugar no cree problemas a los residentes y que los profesionales tengan acceso continuado, tanto para las recogidas como para su supervisión, y para asegurarse de que las palomas no sufren ningún contratiempo.
Asimismo, también las capturan con redes lanzadera, aunque este tipo de capturas no se pueden realizar de manera muy recurrente porque las palomas cogen recelo. «Llevaremos a cabo en torno a 3 o 4 anuales y durante un mínimo de 15 o 20 días alimentamos con grano a los pájaros en varios lugares de la ciudad, siempre a la misma hora y de la misma manera», aclara Del Aguila.
Cifras. Respecto a la cifra de ejemplares capturados, la empresa todavía no dispone de los resultados oficiales. Para la población de Briviesca es complicado apreciarlos, ya que no se puede actuar por igual en todas las zonas. No obstante, en las «áreas donde tenemos colocadas las jaulas sí hemos recibido felicitaciones por parte de los vecinos al confirmar que la cifra habitual ha disminuido», manifiesta el empleado de Lokímica.