Quizá a sus huesos hoy congelados les parezca lejana la primavera, pero una vez que entra marzo ya lo es desde el punto de vista meteorológico. Y a febrero le quedan cuatro días. Si esa excusa no le sirve para salir el martes a cantar las Marzas, puede pensar que está celebrando la Nochevieja del calendario romano y a lo mejor así se anima a entonar las coplas que anuncian un año nuevo. 

De cualquier modo, y haga como haga, el Grupo Tradicional Gavilla acompañado por varones de las peñas Rincón de Castilla y La Farra volverán a salir a la calle para prender la llama y las hogueras que ayudan a entonar el cuerpo y las voces. Será en la medianoche del martes y lo harán con los ajustes de seguridad que se impusieron el año pasado: ya no habrá panceta ni hoguera para asarla y el reparto gastronómico se reducirá a los pinchos de chorizo y morcilla (habrá 40 kilos de cada) que ya llegan cocidos a la Plaza Mayor, junto a caldo caliente y vino. «Nos evitamos con ello problemas con el asfalto y evitamos la suciedad de la brasas», asegura Mariví Rodríguez, del Grupo Tradicional Gavilla.

La llama que sí se prenderá esa noche es la que rodea al canto de las Marzas y que se prepara desde que piden licencia al alcalde para osar romper el silencio (a las 22:30 horas) hasta que hace su entrada el tercer mes del año y se apagan las luces de la Plaza Mayor.

En la organización de esta cita que no ha dejado de celebrarse ni en pandemia durante cerca de cuarenta años (en 2021, eso sí, se realizó de manera virtual) participan unas sesenta personas, entre los hombres con capa que llevan la voz cantante y las mujeres que intervienen en el reparto de pinchos y el resto de la infraestructura. «Es una tradición a la que cada vez acude más gente. Y para nosotros es un orgullo que, aunque no sea propia de la capital, haya calado como propia».

Si hablando de Marzas se pregunta cuándo será el festival que se celebra en el polideportivo El Plantío entrado el mes, y vinculado también a esta tradición arraigada en la provincia, ya le adelantamos que la fecha es el domingo día 12.

En esta ocasión quieren «dar una visión de otra serie de Marzas más allá de las que recordamos y repasamos de la provincia», apunta Miguel Alonso, miembro del Comité de Folclore. Porque esta costumbre no es en toda España; es propia de Burgos, Palencia, algunas zonas de León y Cantabria, provincia esta última donde está declarada Bien de Interés Cultural.

Con esa idea este año han invitado al Coro Ronda Altamira de Santander para que interprete un par de sus cánticos. Uno de ellos, precisamente, fue recogido por el músico Rafael Calleja, el autor del Himno a Burgos, en el libro Canciones populares de la provincia de Santander.

A los cántabros les acompañarán 350 bailarines y 100 músicos de las diez agrupaciones dedicadas al folclore. Las invitaciones estarán disponibles a partir del día 6, en las taquillas del Teatro Principal, en horario de 18 a 21 horas (se entregará un máximo de dos invitaciones por persona).