En 2010, el Plan E dio oportunidad al Ayuntamiento del Valle de Mena para comenzar con una obra muy ambiciosa, la rehabilitación de parte del antiguo convento de Santa Ana como centro cívico. Más de una década después, el equipo de gobierno continúa apostando por invertir en este espacio, ahora con la mejora y equipamiento de su zona verde, pero también mira hacia las numerosas convocatorias de fondos europeos en busca de una ayuda que pueda permitir concluir la restauración de la zona de las celdas de las monjas, la única que permanece tal como la dejaron tras su marcha en 1987.

«Los fondos europeos ahora mismo son nuestra oportunidad para acabar este gran edificio», admite la alcaldesa, Lorena Terreros, que no obstante, es muy reservada y señala que el proyecto de rehabilitación redactado desde hace más de una década ha quedado ya desfasado. En caso de que se convocara alguna línea en la que poder encajar esta  costosa obra, la alcaldesa avanza que se plantearía un nuevo proyecto adaptado a los usos que finalmente se decidan. En su día se pensó convertir esta ala del convento en un albergue, aprovechando las celdas de las monjas, pero Terreros también sopesa crear espacios para las asociaciones, entre otras opciones.

Desde 2010 se han invertido 1,6 millones de euros, en su mayoría aportados por el Gobierno central (Plan E, 1% Cultural del Ministerio de Fomento) y la Diputación Provincial. Las últimas obras renovaron el tejado de la zona de las celdas de las monjas en 2017 y 2018 con una inversión de 216.800 euros. Con la urbanización y equipamiento del parque que el Ayuntamiento ha sacado a contratación en 112.237 euros, la inversión en el convento de Santa Ana superará los 1,7 millones.

Un taller de empleo de jardinería ya acondicionó esta zona verde y ahora se acabarán de urbanizar sus 400 metros de sendas con grava o arena y STABEX, un producto ecológico, compuesto de cal hidráulica natural y un conglomerante hidráulico mineral que mejora y estabiliza los suelos de manera natural.

A lo largo de las sendas se instalarán un total de 20 farolas y se dotará al parque de un alumbrado del que ahora carece. Asimismo, se equipará con una decena de bancos y se colocarán a lo largo del recorrido siete aparatos de gimnasia para mayores y adultos, que ya ha adquirido el Consistorio por 8.000 euros. Una fuente completará el parque del antiguo convento, que la alcaldesa califica como un «espacio muy tranquilo y que da mucha paz».

La zona del convento convertida en centro cívico, la que ocupaban las cuadras, las cocinas o las carboneras, y que se estrenó en 2018 con la apertura de la biblioteca municipal va recobrando la actividad tras la pandemia. La biblioteca y el telecentro ya están operativos, al igual que el club de mayores, que reanudó su actividad el pasado enero. Sigue cerrado, no obstante, el Centro Joven y la alcaldesa señala que «esperamos abrirlo en breve».