La crisis sanitaria no ha paralizado los numerosos proyectos de inversión de energía eólica activos en la provincia, es más, el sector renovable se posiciona como tractor económico e industrial en los actuales tiempos de incertidumbre. En plena pandemia, Iberdrola ha activado 70 millones de euros de inversión con el arranque de la obra civil del Complejo Herrera, integrado por los parques de La Huesa, Valdesantos y Orbaneja, y que será visible, entre otros emplazamientos, desde el trazado de los primeros kilómetros de la autovía de León.

Enclavado en los municipios de Isar, Las Quintanillas, Rabé de las Calzadas y Estépar, las empresas burgalesas tienen ya protagonismo en la construcción del complejo. A ellas se han adjudicado los primeros trabajos de infraestructuras eléctricas y obra civil.

Además, un elemento clave de los 14 aerogeneradores que se instalarán, las multiplicadoras, se fabrican en Gearbox Lerma, filial de Siemens Gamesa. Esta fábrica acaba de invertir 8 millones de euros para la construcción de un banco de ensayo que le permitirá desarrollar en Burgos multiplicadoras de mayor potencia, atendiendo así a las demandas del mercado eólico.

Las nacelles, las góndolas que acogen toda la maquinaria de las turbinas, también se producen cerca, en Ágreda (Soria); los generadores, en Cantabria; y las palas, en Aoiz (Navarra).

La singularidad de este proyecto radica en la dimensión y la potencia de los 14 aerogeneradores que lo integran, que serán los más grandes que se han instalado en el mercado eólico terrestre de España hasta la fecha.

Se denominan SG 4.5-145 y alcanzan los 4,5 megavatios (MW) de potencia unitaria, cinco veces más que los primeros 65 aerogeneradores G52, de 850 kilovatios (kW), que Iberdrola instaló en Burgos hace ahora 16 años, en los parques eólicos pioneros de Valdeporres y La Magdalena.

Los aerogeneradores que se levantan en el límite provincial con Cantabria se elevan hasta los 44 metros, mientras que los que se verán desde la autovía de León doblan los 88 metros de altura de las agujas de la Catedral de Burgos. Sus palas son enormes, tienen una longitud de 71 metros, el doble que las que giran impulsadas por los fuertes vientos cantábricos junto al puerto de El Escudo.En la misma provincia se podrá comprobar en breve la enorme progresión tecnológica vivida por la energía eólica en los últimos veinte años. En 2004 fueron necesarios 65 aerogeneradores (que suman 55,25 MW en total) para alcanzar una producción media anual que permite abastecer a una población equivalente de 37.000 hogares.

Con 14 máquinas, el Complejo Herrera generará energía limpia para una población estimada de cerca de 70.000 hogares. En total, se instalarán 63 MW repartidos entre los tres parques. El de Orbaneja estará integrado por 7 aerogeneradores, hasta un total de 31,5 MW de potencia instalada; mientras que el de La Huesa contará con 4 turbinas eólicas, que sumarán 18 MW. Valdesantos se levantará en Estépar y tendrá 3 máquinas y una capacidad instalada total de 13,5 MW.

A ellos hay que sumar un cuarto parque, el de Fuente Blanca, de 10 MW de potencia instalada e integrado por 3 aerogeneradores, cuyos trabajos de construcción se iniciaron hace unas semanas.

La nueva tecnología del Complejo Herrera, explican los ingenieros de Iberdrola, "permite maximizar la producción eléctrica y, con ella, la competitividad de la instalación y es una solución de referencia para emplazamientos de vientos medios".

Crisis. La compañía eléctrica continúa con sus proyectos de expansión en Burgos. En este sentido, avanza en la tramitación del complejo eólico de Buniel, uno de los más grandes de Castilla y León, con 114 megavatios (MW) de potencia instalada y una inversión prevista de más de 100 millones de euros. A Buniel se suman, entre otros, proyectos en Ciudad Rodrigo (300 MW) y Villarino (50 MW).

En la actualidad, Iberdrola cuenta con más de 5.100 MW eólicos instados en Castilla y León, lo que le sitúa como promotor líder. "La electrificación en base a tecnologías verdes y redes inteligentes está llamada a convertirse en uno de los motores de la reactivación económica y el empleo en la sociedad postcovid", señala la compañía, que defiende la electrificación como "el sector de mayor oportunidad de inversión de la última década".

La crisis derivada de la covid-19, señala la eléctrica, ha puesto también de relevancia la importancia de disponer de una cadena de valor nacional fuerte en suministros esenciales, entre ellos, la energía. En este sentido, España dispone de una sólida industria nacional de bienes de equipo, con la que ha desarrollado proyectos renovables, redes inteligentes y productos y servicios energéticos. Asimismo, las inversiones destinadas al desarrollo tecnológico y la digitalización del sector energético han sido herramientas claves para responder con eficacia en tiempos de coronavirus. Y sobre ellas hay que incidir"