El quiosco de la ermita Virgen de las Viñas abre el viernes

L. NÚÑEZ
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Dos hosteleros pondrán en marcha este bar municipal, que lleva más de 2 años cerrado en Aranda. Tienen pensado ofrecer cenas y conciertos

Olga y Miguel asumen las riendas del negocio con experiencia previa en hostelería. - Foto: L.N.

Todo a punto para la esperada apertura del quiosco de la explanada de la ermita de la Virgen de las Viñas. Después de algo más de dos años cerrado tras una remodelación integral, el próximo viernes, 16 de abril, abrirá sus puertas. Lo hará gracias a la apuesta de  una pareja, Olga y Miguel, que en plena pandemia de coronavirus han decidido llevar a cabo una «importante» inversión para estrenar esta instalación municipal, de la que se harán cargo hasta 2025. 

De hecho, fueron los únicos que pujaron en la licitación que lanzó el Ayuntamiento de Aranda de Duero a principios de año. Reconocen que han «arriesgado mucho», pero aseguran que lo hacen «con mucha ilusión», motivados en gran medida por los cambios que ha originado la pandemia, especialmente con la búsqueda de espacios al aire libre para el ocio.

El local, tal como figuraba en el pliego de condiciones del Consistorio, se encontraba totalmente vacío. «Lo hemos amueblado, desde la cafetera, hasta la cocina, la iluminación y el sonido del exterior, alarma, cámaras de seguridad...», enumera Olga. 

Les hubiera gustado inaugurarlo en Semana Santa, pero la logística se lo impidió ya que recibieron las mesas y sillas de la terraza este lunes. «Con la pandemia se retrasa todo», lamenta, agregando que únicamente les queda por instalar los toldos y por recibir algún que otro utensilio de cocina. 

La apertura del bar supondrá la creación de al menos dos puestos de trabajo. «A ver si la gente responde y posiblemente podamos ampliar y contratar a alguien más», avanza Miguel, gerente del Bar Rastatoo desde hace 28 años.

Por ahora, han solicitado licencia para instalar 15 mesas, pero no descartan ampliarlo a medida que avancen los meses y vean la acogida que tiene por parte del público.  Ambos se muestran convencidos de que el entorno es «insuperable» y «muy apreciado por todos los arandinos y ribereños». 

Cenas y espectáculos. En lo que respecta a las actividades que tienen previsto desarrollar en el quiosco de la ermita, que abrirá todo el año, los gerentes explican que ofrecerán almuerzos y cenas. «Queremos dar raciones, tapas, bocadillos... Hacer que sea un lugar agradable para familias con niños y grupos de amigos, que puedan acercarse a tomar algo en un ambiente tranquilo», dice Olga. 

También tienen pensado ofrecer cafés de distintos países del mundo:«La cultura cafetera está creciendo en Aranda, así que haremos cursos, cada mes sacaremos un café especial, también ofreceremos smothies, granizados, infusiones ecológicas...». 

Todo ello acompañado por conciertos, espectáculos y actividades infantiles, siempre en función de las restricciones que pueda haber conforme varíe la situación epidemiológica. «Queremos crear un ambiente tranquilo y familiar, que la gente disfrute y se sientan seguros», rematan.