Los vecinos de El Pilar se despertaron ayer con las obras de traslado y adaptación de la parada de autobús urbano ubicada en la calle Rosalía de Castro 1, que es cabecera y final de las líneas que llegan hasta este barrio. Lo que vieron no les gustó e inmediatamente pusieron quejas a través del Servicio de Atención e Información Ciudadana 010. 

Consideran que el cambio perjudica al barrio, dado que se quitarán una decena de plazas de aparcamiento, frente a un jardín comunitario. Además se dejará sitio para que paren al menos dos autobuses articulados, lo que generará contaminación en los domicilios más próximos. «Se da la circunstancia de que hace unos años se amplió la acera para hacerla más accesible a las personas con discapacidad motórica o con carritos de bebé y ahora se la van a comer con la parada», aseguró Mari Cruz Alameda una de las vecinas afectadas. 

Los residentes en la zona llegaron a protagonizar sendas concentraciones por la mañana y por la tarde para expresar su malestar con la decisión municipal. Las quejas llegaron al concejal del Servicio de Movilidad y Transporte Urbano (Samyt), Leví Moreno, que decidió parar la obra de forma temporal hasta que se reúna con los vecinos para explicarles el proyecto (...).

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