«El ruido me va a obligar a irme al pueblo a estudiar»

C.M.
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Julia Serrano y otros vecinos de la calle La Puebla sufren las molestias de los locales de ocio. Han iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir que bajen los decibelios

Julia se coloca tapones en los oídos para poder estudiar por las noches de jueves a domingo. - Foto: Jesús J. Matías

Ha estudiado la carrera de Medicina en la Universidad de Castellón y hace un año Julia Serrano ha regresado a casa de sus padres para prepararse el MIR, el examen que se exige para acceder a una plaza de médico especialista en formación en el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, sus largas jornadas de estudio se están viendo afectadas por ruido que provocan los locales de ocio de la calle La Puebla en la que está situada la vivienda de su familia, especialmente de jueves a domingo.

El ruido y las vibraciones que produce la música a todo volumen hace que sea prácticamente imposible la concentración durante el horario que están abiertos los establecimientos, algunos hasta pasadas las 4 de la mañana al contar con licencia de bar especial. «El ruido me va a obligar a tener que irme al pueblo a estudiar. Es insoportable. Solo estudio a veces por la noche, pero si quiero estudiar durante el día tengo que descansar para luego levantarme pronto», apuntó. 

El suyo no es el único caso de vecinos de La Puebla que se quejan de esta situación; son muchos más. Y es que no solo es el ruido de la música de los locales, sino también el que producen las personas que están en la calle consumiendo bebidas. Han llamado en numerosas ocasiones a la Policía Local para que realice mediciones, pero la sorpresa es que el resultado no excede de los decibelios permitidos.

«Pedimos a la Junta o el Ayuntamiento que hagan algo. Son casas antiguas y las vibraciones se transmiten a través de la pared. Ya a las 22.30 horas el ruido es insoportable y no sabemos qué hacer», aseguró Ana Arauzo, otra de las vecinas. 

Julia Serrano reclama al Ayuntamiento que obligue a los locales de ocio a bajar los decibelios o reforzar la insonorización o, en su defecto, a que cierren las puertas para que el ruido no salga al exterior. «Es una calle que se estrecha precisamente en la zona en la que más bares se concentran», apuntó, al tiempo que recordó que en muchas viviendas de La Puebla residen personas de edad avanzada. 

Después de numerosas llamadas a la Policía Local y entrega de escritos en el Registro del Ayuntamiento por parte de diferentes vecinos, Julia Serrano ha optado por iniciar una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma www.peticion.es por el descanso nocturno todos los días y, especialmente, los fines de semana de los ciudadanos que viven en la calle La Puebla y, por extensión, en el centro de la ciudad. En una semana ya ha logrado más de 70 adhesiones.