El Casco Viejo rejuvenece

A.B.
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Miranda celebra hoy la novena edición de La Gran Quedada con el objetivo de reunir a toda la «generación del babyboom» y recordar los gloriosos años en los que el ambiente festivo inundaba cada rincón de la ciudad

Imagen de la última Gran Quedada, celebrada en 2019, con la presencia de miles de mirandeses en el Casco Viejo. - Foto: DB

Decenas de bares, miles de personas y cientos de amigos se reunían cada sábado durante varias décadas para inundar de ambiente festivo las calles del Casco Viejo de Miranda. Los tiempos cambian, y el ocio también, por lo que muchas tradiciones se han ido perdiendo. La zona más antigua de la ciudad ya no dispone del típico ajetreo propio de la década de los noventa. Sin embargo, hoy, por un día, los mejores recuerdos volverán para disfrute de los mirandeses. La novena edición de La Gran Quedada comenzará esta tarde y se desarrollará durante toda la noche con un solo objetivo: revivir los viejos y mejores momentos.

Según explica una de las 'fundadoras' del evento, Nuria Gutiérrez, «la generación del babyboom» siempre ha mostrado una «respuesta increíble» ante este acto. Eso sí, curiosamente La Gran Quedada comenzó sin que ni ella ni su grupo de amigas supieran qué iba a ocurrir. «Hace unos diez años siempre comentábamos lo bien que nos lo pasábamos antes, que estaría guay poder ir como lo hacíamos y que saliéramos todos», rememora Gutiérrez. Según explica, «un día que estábamos de cena lo pensamos, el preguntar a la gente qué opinaba, y nos plantemos hacer una página de Facebook para saber qué decían». «Lo hicimos y tuvo una respuesta exagerada», remarca.

Cuando Guitérrez y el resto entendieron que la «aceptación» era inmensa se propusieron concretar un «día para salir todos». Casi al instante, contactaron con ellas «un par de hosteleros de la Parte Vieja, que sin ellos hubiera sido imposible, y así empezó». Con el transcurso del tiempo «todo fue rodado», tanto que, cuando se celebró la primera edición, se llevaron una sorpresa tan grande como grata. «Ninguno sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, pero fue una pasada», rememora. Conforme a su descripción, por aquel entonces «ni los bares estaban preparados, se quedaron hasta sin bebida». En resumidas cuentas, «se salió un poco de las expectativas» (...).

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