En Miranda de Duero, de la mano de diversos colectivos, analizamos la trágica situación de la salud mental, la falta de recursos y de personal... tuiteaba con desparpajo Lilith Verstrynge, que es secretaria de Organización de Podemos, además de hija del ideólogo de la formación morada, y en sus años mozos fiel escudero de Manuel Fraga -para los más jóvenes, el fundador de Alianza Popular y exministro de Franco-, Jorge Verstrynge. Ya sé que no es conveniente escupir hacia el cielo y que quien esté libre de meter la pata que tire la primera piedra. Pero me ha llamado la atención esa capacidad de conjugar ríos y ciudades de nuestra provincia. Miranda de Duero, Aranda de Ebro. 

Nada han dicho de esa desubicación hidrográfica desde Podemos. Ni han justificado el ascenso de Lilith en el organigrama podemita en razón de que la meritocracia son los padres. Esos argumentos solo los emplean para las hijas que heredan de sus progenitores las empresas que han creado con su esfuerzo y que han estado años formándose para poder asumir el relevo que garantice la continuidad de la compañía familiar. Es lo que han hecho estos días Echenique y Cía con Marta Ortega, la nueva presidenta del Grupo Inditex. Incluso un vago con ínfulas como Íñigo Errejón ha estado dando lecciones de meritocracia. Él, que ha prosperado a la sombra de Pablo Iglesias, antes, y de médica y madre (Mónica García), ahora. 

Es la envidia una pandemia imposible de erradicar. Endémica entre los mediocres. No hay vacunas para ella. Los contagiados por ese virus han tenido especial inquina con Amancio Ortega. Al emprendedor leonés le afearon sus donaciones millonarias a la Sanidad Pública y ahora le reprochan que deje a una hija su imperio empresarial. ¿Qué dirá de todo esto la pareja de Iglesias, que luego llegó a ministra de Igualdad?