Si a cualquier ciudadano le da por expresar su ‘arte’ en los muros de nuestra Catedral, que esté tranquilo. Jamás irá a juicio ni pisará la cárcel siempre y cuando no cause daños irreparables en las paredes. Si con una sencilla limpieza los manchurrones desaparecen se librará de cualquier condena judicial. Así lo pone de manifiesto una sentencia de la Audiencia Provincial ante el recurso presentado por la Fiscalía contra el fallo del Juzgado de lo Penal 3 de Burgos.

Este órgano se pronunció sobre unos hechos ocurridos en la madrugada del 16 de septiembre de 2017. Una burgalesa realizó una pintada con spray en uno de los muros, situado en la esquina de la calle Diego Porcelos con La Paloma, que contenía la leyenda ‘JW x siempre’. Efectivos de la Policía Nacional la sorprendieron in fraganti  y la detuvieron. El Ministerio Público pidió en su escrito de calificación de los hechos que fuera condenada por un delito de daños contra el patrimonio histórico -que fija penas de hasta 3 años de cárcel-, pero el juzgado la absolvió por no haberse acreditado que la pared de la Seo sufriera un menoscabo material.

La Fiscalía no se rindió y presentó recurso ante la Audiencia Provincial. Entre sus argumentos, advertía de que el reproche a la autora de la pintada «no consiste en que haya causado desperfectos en la Catedral, cuya limpieza ha costado 105 euros, sino que se concreta en que ha atacado un bien que merece el mayor de los respetos, pues forma parte de nuestra historia, cultura y es símbolo de lo que somos». «Por tanto -concluye el alegato- a todos nos incumbe la obligación de otorgarle el mayor de los cuidados y la máxima de las protecciones».

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