En cuestión de semanas, el cuadrado que rodea la plaza Mayor de Briviesca quedará cerrado al tráfico tras un gran esfuerzo de los miembros de los equipos de gobierno que han pasado por el Ayuntamiento en las tres últimas legislaturas. Las obras de la céntrica calle Santa María Bajera y un tramo de Justo Cantón Salazar, por la que hasta el pasado mes de noviembre circulaban vehículos en busca de aparcamiento, darán por finalizado el ambicioso plan de movilidad municipal. Sin embargo, los trabajos que requieren la peatonalización de la calle Justo Cantón acabarán próximamente y «esperemos que para la semana que viene quede abierta para el tráfico peatonal», manifiesta el alcalde de la localidad, Álvaro Morales.  

Hasta entonces, se mantiene la prohibición del estacionamiento de vehículos en la vía Pedro Ruiz, pero el Consistorio sí permite el acceso a los garajes de las viviendas. Las inclemencias meteorológicas del invierno han provocado que unas actuaciones que deberían haber terminado durante el mes de marzo se alarguen «un tiempo que desconocemos, pero que confiamos que no sea demasiado largo», aclara el regidor. La empresa encargada de ejecutar las obras se vio obligada a pararlas en varias ocasiones. No obstante, los trabajadores avanzan a buen ritmo y ya han comenzado a colocar los adoquines en las dos vías. «Hemos dado prioridad a Justo Cantón porque urge más que se abra», añade. Pese a que las últimas actuaciones realizadas en esta calle se remontan a poco más de una década, Morales critica que «en su día fue un error construirla con bordillos y con rebajes que no cumplían la normativa, así que nos hemos visto obligados a adaptarla y mejorar la accesibilidad». 

Las obras han supuesto al municipio un coste inferior al esperado, ya que el proyecto recibió una subvención de la Diputación de 250.960 euros en la línea de Planes Provinciales y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo concedió otra de 178.500.