Bea Ortiz ha levantado prácticamente todos los trofeos posibles, tanto individuales como colectivos, a lo largo de su exitosa carrera como waterpolista. Subcampeona del mundo, campeona de Europa y, recientemente, medallista de plata en los Juegos Olímpicos, entre otras. Una de las claves de su éxito es su pueblo, Puentedura, un pequeño municipio próximo a Lerma al que siempre huye para «recargar las energías». Y tras su último éxito cosechado en Tokio, su pueblo la homenajeó este fin de semana.
«En un principio, íbamos a hacer algo más familiar con su grupo de amistades, pero al final todo el pueblo se volcó y sabíamos que eso le iba a hacer ilusión», comentaron algunas de sus amigas sobre una celebración a la que Puentedura entera se sumó. La protagonista confesó sentir «felicidad plena» tras recibir la sorpresa de «una familia enorme», que la sorprendió con diversos disfraces.
(El reportaje completo, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)