Tal día como hoy de 1931, en plena II República, se debatía en las Cortes si las mujeres debían votar en las elecciones. Clara Campoamor y Victoria Kent protagonizaron una sonada confrontación sobre ese derecho que, finalmente, se aprobó al día siguiente, 1 de octubre. El historiador y politólogo Alberto Velasco ha investigado en las actas del Congreso y se conoce al dedillo todo lo que ocurrió en esas intensas jornadas y lo que votó cada diputado. Lo ha estudiado para el proyecto fin de grado de Ciencias Políticas que lleva el título de la conferencia que va a dar esta tarde en el Museo de la Evolución Humana: 90 años del voto femenino en España. Clara Campoamor.
La charla, en realidad, añade al nombre de la sufragista «su pecado», aludiendo a lo que la propia abogada y diputada manifestó en un libro al reconocer que después de aquello le relegaron de la política hasta que, iniciada la guerra, hubo de exiliarse. «Reivindico su figura por lo que hizo por la mujer. Hay una parte de la historia de España, la II República, que es la gran olvidada. Se ha estudiado la Guerra Civil y la posguerra, el Desastre de Annual y la dictadura de Primo de Rivera, pero lo que ocurre del 31 al 36 es una parte muy relevante que siempre se obvia», señala el embajador de la Fundación Atapuerca.
En el debate entre Clara Campoamor y Victoria Kent esta última defendía aplazarlo porque ante el nivel de analfabetismo de la época temía que las mujeres votaron influenciadas por los intereses de sus padres, maridos o curas. Clara Campoamor, sin embargo, defendía el derecho por principios, al margen de las consecuencias.
Con esta teoría de por medio, Alberto Velasco ha analizado los resultados de las elecciones que ha habido en España entre 1936 y 2019: «He hecho un análisis de regresión donde establezco que no existe correlación entre que las mujeres pudiesen votar y el triunfo de un bloque o de otro.Y en cambio he encontrado otro motivo donde el índice de correlación es dos veces y media más importante que el de las mujeres votaran para que gane la derecha o la izquierda», subraya.
Volviendo a la histórica votación sobre el sufragio femenino de hace ahora 90 años, en ella participaron los ocho diputados que fueron elegidos por Burgos en las elecciones de junio de 1931: «Seis eran del Partido Agrario que, en un principio, tenían la intención de votar a favor, aunque no quiere decir que todos lo hicieran. Era una votación nominal y esta tarde contaré lo que votó cada uno».
Para Velasco recordar esa etapa de nuestra historia es también un modo de «rendir homenaje a todos los maestros porque la educación fue uno de los pilares de la IIRepública». El tema le toca de cerca ya que su abuelo, Juan Velasco Arnaiz, fue maestro en Villayerno Morquillas. Eso y el hecho de ejercer como interventor del diputado por el PSOELuis Labín le valió la cárcel. «Estuvo 3 años en prisión y, según me contó mi tía, compartió celda con Antonio José. Al salir no pudo volver a ejercer hasta 1947», detalla.