El taxi ya mira al futuro

D. ALMENDRES
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La flota de este servicio público se renueva con su apuesta por las nuevas tecnologías y por los combustibles ecológicos a la espera de conocer los detalles de las futuras normativas

El taxi ya mira al futuro - Foto: Alberto Rodrigo

El debate ya está en la calle. ¿Qué coche debo comprar? ¿Qué opción de mercado se adapta mejor a mi bolsillo y a las futuras obligaciones relacionadas con la movilidad?  ¿Cuál es la solución adecuada para que la inversión no quede obsoleta  en un futuro próximo?

El sector del taxi también se cuestiona la realidad del momento y sopesa cuál es el mejor camino para sortear las directrices del mañana porqueun error de cálculo puede suponer un gran perjuicio económico o un grave problema estratégico. Es su modo de vida y solo vale acertar, pero... ¿qué es acertar?

Nadie tiene una varita mágica y todas las alternativas tienen su espacio.De hecho, todavía hay cierto margen para trabajar con los combustibles clásicos y hay quien prefiere apurar su decisión mientras la renovación de la flota ya se deja notar en las calles. Cada profesional se adapta a sus necesidades y circunstancias, a la espera de que las administraciones definan con claridad la hoja de ruta que dará paso al escenario definitivo a partir del año 2035.

El taxi de Burgos ya cuenta con una amplia variedad de tipos de vehículos para ofrecer el mejor servicio a sus clientes y obtener la mayor rentabilidad en un momento económico delicado. «La Agenda 2030 y la anunciada implantación de la Zona de Bajas Emisiones te hacen recapacitar y mirar si compensa la amortización de la inversión que vas a realizar», explica José María Alegre, presidente de Abutaxi.

Con una media superior a los 40.000 kilómetros recorridos por año, la vida útil de estos vehículos se sitúa entre los ocho y los diez años y ha llegado el momento de «tener en cuenta lo que pueda ocurrir». Por eso, una mayor inversión en la adquisición de un vehículo puede ser muy positivo a largo plazo. «Se puede amortizar bien con el tiempo y el ahorro en combustible», indica.

La tendencia del colectivo en los últimos años es la de confiar en la tecnología híbrida, si bien los profesionales destacan las bondades de otras opciones disponibles en este periodo de transición. Porque en mitad de la incertidumbre sí está claro hacia dónde lleva este confuso proceso. «El futuro está en los eléctricos y en el hidrógeno», señala Félix Bombín, satisfecho con el rendimiento de su coche GLP (gas licuado del petróleo). «Estamos ante una evolución sencilla de los motores térmicos hacia una disminución de las emisiones. De la antigua solución que ofrecía el diesel a la alternativa actual, que pasa por los vehículos de gas», analiza.

(El reportaje completo, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)