Un tercio de los muertos en carretera no llevaba el cinturón

F.L.D.
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Desde 2018 han perecido en la provincia 19 personas que no utilizaban el sistema de retención. De los vehículos que anualmente controla la DGT menos del 1% incumple

Imagen del accidente mortal ocurrido en Villafuertes en enero de 2020, en el que falleció un hombre que no usaba el cinto. - Foto: Alberto Rodrigo

Un minúsculo porcentaje de los conductores siguen sin dar la importancia que merece el cinturón de seguridad y a las probabilidades de sufrir una lesión grave en caso de accidente y no llevarlo. En la provincia de Burgos menos del 1%. Es la cifra que reflejan las campañas de control del uso de sistemas de sujeción que cada año pone en marcha la Dirección General de Tráfico y que camufla una realidad que sigue preocupando mucho: un tercio de los fallecidos en las carreteras podrían haber esquivado la muerte de haberlo utilizado. 

Incluso en un año tan extraño como 2020, cuando la pandemia desvirtuó tanto las intensidades de circulación por carretera como las velocidades que se llegaron a alcanzar, se produjeron accidentes graves en los que los conductores o algún ocupante que resultó herido no llevaba puesto el cinto. Cinco personas de las 17 que perdieron la vida en la provincia no hacían uso del sistema de retención. Una de ellas fue una niña de 12 años que viajaba en uno de los turismos que colisionaron frontalmente en el mes de agosto en San Miguel del Monte, a escasos kilómetros de Miranda. Tampoco lo llevaba el hombre que falleció en Villafuertes en enero tras volcar el vehículo. 

Pero es que además hubo otras 78 personas que resultaron heridas en siniestros de tráfico y que tampoco llevaban puesto el cinturón de seguridad. En proporción, los del pasado ejercicio fueron números similares a los anteriores. Así, cuatro de los diez muertos en carretera en 2019 podrían haberlo evitado de haberlo usado, al igual que la decena de personas que perecieron un año antes por ese mismo motivo. 

«Todavía nos sigue sorprendiendo que haya gente que no entiende la importancia de utilizar el cinturón de seguridad», señala preocupado el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán. Pasan los años y las cifras no bajan, de ahí que en la DGT hayan apostado por poner en marcha una campaña en la que evocan tristes épocas pasadas. «Estamos haciendo lo mismo que en 1973 y es algo que no entendemos. Tendría que ser un acto reflejo, como encender las luces o accionar el motor», incide. 

Varios estudios demuestran que tanto el cinturón de seguridad como los llamados sistemas de retención infantil reducen a la mitad la probabilidad de sufrir una lesión grave o morir en caso de accidente. Es más, aclara Galán, «si no se utilizan rebajan la efectividad del resto de elementos que protegen a los ocupantes de un vehículo en un impacto, como puede ser el airbag». De hecho, llega a ser más peligroso no llevarlo porque la sujeción proporciona el tiempo necesario a la bolsa de aire para actuar. «Son microsegundos, pero necesarios para evitar golpes o quemaduras en la cara», matiza. 

A nivel nacional, y pese a seguir siendo comportamientos casi anecdóticos, el pasado año se incrementaron un 7% las sanciones por este motivo. El jefe provincial de Tráfico reconoce que aún no tienen datos de Burgos, pero advierte de que con la pandemia han notado ese preocupante aumento.