Tres narices de oro

MARINA URIZARNA
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Las sumilleres burgalesas María Millán, Eleonora Ivanova y Susana García pisan fuerte en el mundo del vino. Tras copar el podio del concurso regional se preparan para el campeonato nacional, que se celebrará en Madrid en abril

De i. a d., Eleonora Ivanova (51 del Sol), María Millán (hotel Villa de Laguardia) y Susana García (restaurante Alma), las tres ganadoras del concurso de sumilleres. - Foto: DB

El mundo del vino también habla en femenino. Burgos se ha 'coronado' en el concurso regional de Sumilleres de Castilla y León, y lo ha hecho por partida doble: tres mujeres y las tres burgalesas son las que han obtenido los primeros puestos. Y es que es la primera vez en la historia del concurso que ocurre: «Ya había ganado alguna mujer, pero nunca habían sido tres las finalistas», destaca la ganadora María Millán, la burgalesa que ha obtenido el título a Mejor Sumiller de Castilla y León. La siguen la arandina Eleonora Ivanova en el segundo puesto, y la también burgalesa Susana García, como tercera clasificada. Al certamen, que ha celebrado este año su vigésimo tercera edición, se presentaron un total de 40 sumilleres de toda la Comunidad, pero lo que sin duda destacó fue el talento burgalés.

Esta edición ha estado marcada por una alta participación femenina, de casi un 40%, algo que pone de manifiesto la presencia que está adquiriendo la mujer en la sumillería. Ahora que la cuota ha subido, se espera dar más visibilidad al papel de la mujer en este ámbito, y como dice Millán «ir demostrando cuánto valemos y que se nos reconozca». Con mucho trabajo y estudio, las tres han conseguido abrirse un hueco como sumilleres de reconocidos restaurantes, María Millán lo ha hecho en el hotel 'Silken Villa de Laguardia', en Álava, mientras que Eleonora y Susana se han quedado en la provincia: Eleonora en el restaurante '51 del Sol', en Aranda, y Susana en el restaurante 'Alma' de la capital burgalesa.

El oficio de sumiller es algo que requiere mucho esfuerzo y años de aprendizaje. No es «solo saber de vinos o quesos», en esta edición tuvieron que catar dos vinos, vermú, realizar un examen de 50 preguntas y una prueba oral en inglés. La mejor enseñanza es la «del boca a boca», explica Eleonora, «nunca va a haber un libro que sepa más que un gran profesional que lleva años ejerciendo». Aún así, existen cursos de catas y de sumiller, y nuestra Comunidad es la única que los convalida y los reconoce de manera profesional. Pero llegar a donde están ellas solo se consigue con mucho trabajo y muchas horas de práctica.

Burgos cuenta además con dos asociaciones de sumilleres, la de Burgos, a la que pertenecen María y Susana, y la de Aranda y Ribera, ya que la comarca arandina siempre ha sido considerada como la capital del vino. Esta última es a la que pertenece Eleonora. Las tres coinciden en que para las mujeres es difícil compaginar el oficio con la vida familiar. «Yo tengo dos hijos y hasta hace poco no he podido implicarme totalmente en la asociación, hay que dejarles con alguien para poder ir unos días a otra ciudad a concursar», explica Susana. Algo en lo que coincide Eleonora, que también es madre, y que espera que la presencia que han tomado durante la competición sirva para demostrar que la profesión se puede compaginar con la maternidad.

Ahora, las tres pasarán a representar a Castilla y León en el campeonato nacional de sumilleres, que se celebrará en abril en el Salón Gourmet de Madrid. Lo harán junto al mejor sumiller de cada una de las asociaciones de la región, que son 10, y junto con las 11 mejores puntuaciones del resto de participantes. En total ascienden a 23 los representantes de Castilla y León en el campeonato nacional, y además destacan nuestros buenos resultados, ya que la Comunidad, y en especial la provincia de Burgos, es una de las que más campeones de España suma.

Ha sido, según ellas, un certamen «muy sentido desde dentro y desde el corazón». Ahora toca asimilar el éxito de estas tres mujeres que han elevado el listón. María aún no ha asimilado su primer puesto y afirma que «supone un esfuerzo que solo se consigue gracias a la gente que te rodea, siempre hay que contar con el apoyo de la familia, del trabajo y de la asociación». Además, agradece a la presidenta de la Asociación de Burgos, Alba Nelly Rosso, toda su dedicación.