Miranda pierde a la arquitecta del ARU en fechas decisivas

Ó.C.
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El Ayuntamiento quiere usar la oficina para que los vecinos opten con garantías a la convocatoria para la rehabilitación

Al margen de las ayudas de los particulares, el Ayuntamiento también opta a líneas europeas, como a la que se presentó la Casa de Don Lope. - Foto: Ó.C.

El Ayuntamiento de Miranda ha perdido un activo importante y pretende conseguir un sustituto a la mayor brevedad posible. La oficina con la que Urbanismo ha gestionado el Área de Rehabilitación Urbana se ha quedado sin arquitecta, ya que ha logrado una plaza en la Junta de Castilla y León. En la Concejalía resaltan el papel realizado en los últimos años, aunque su marcha llega en un momento en el que pretendían que la oficina sirviera de asesoramiento, para que los vecinos captaran el mayor número de ayudas europeas para mejorar sus edificios.

Esta línea comunitaria llega a través del Plan de Transformación y Resiliencia que repartirá la administración regional para rehabilitar edificios «y cualquier comunidad de propietarios puede solicitarlo», matiza la concejala de Urbanismo, Soraya Solórzano. Para disipar las dudas que puedan surgir en los vecinos, en Urbanismo piensan que la oficina de ARU puede servir de asesoramiento. Aunque no han dado el visto bueno definitivo, en Valladolid «nos dijeron que sí», confiesa la responsable, ya que «los solicitantes tienen que cumplir una serie de requisitos relacionados con la eficiencia energética», y entiende que si el Ayuntamiento ayuda «a la Junta les llegarían las solicitudes completas».

Solórzano indica que el plazo para tramitar las solicitudes está abierto y «cualquier comunidad puede presentar esas peticiones, que van por orden de presentación, no por concurrencia competitiva». Aquí está uno de los inconvenientes de no poder activar todavía la oficina del ARU, aunque Solórzano defiende que el asesoramiento, aunque llegue más tarde, serviría «para presentar un proyecto mucho más acorde a las necesidades que tenga cada inmueble».

La responsable de Urbanismo detalla que la Junta ha puesto en marcha la herramienta de «agente rehabilitador» y «esa figura recibirá una cantidad por la gestión y está abierto a las administraciones públicas y los agentes privados». La estructura ARU quieren que juegue ese papel, «independientemente de la subvención», porque «lo que pretendemos es conseguir un beneficio para el ciudadano y que se puedan rehabilitar el mayor número de edificios», zanja Solórzano. Además, hay que tener en cuenta que, dentro del plan de desarrollo de Miranda Empresas, se plantea la búsqueda de este tipo de fondos europeos para rehabilitar el Casco Viejo.

Para conseguir que este plan cristalice, el Ayuntamiento ha solicitado que llegue un sustituto, «porque ya veníamos trabajando con alguna comunidad, aunque no tenemos la competencia».De esos primeros contactos, extraen que «la verdad es que venía muy bien para los vecinos se hicieran una idea real de las posibilidades que podrían tener».

Próximo plan. En el Ayuntamiento también indican que dentro del Plan de Transformación y Resiliencia, la Junta abrirá «la rehabilitación a nivel de barrio». La edil aclara que «esta es la nueva denominación que van a tener los ARU, que a partir de ahora se financiarán con fondos europeos, con el horizonte puesto en el 2026 como límite para las obras». 

En Miranda está activa la última fase del Ebro Entrevías, en concreto la cuarta, pero en Urbanismo han marcado las líneas futuras. En este sentido, Solórzano detalla que «al contrario de lo que sucede con las ayudas para rehabilitar edificios, tenemos que decir un ámbito concreto en el que se aplicará». Para ello han decidido que no moverán la zona a las casas de los maestros en Condado de Treviño, sino que continuarán en el entorno de la calle Vitoria, pero ampliando el radio algunas calles para sumar comunidades. 

Tienen pendiente «modificar la memoria para incluir la incrementación y adaptarse a los fondos europeos», afirma la concejala. La arquitecta que ha estado en el puesto inició el cambio, pero tendrán que completarlo cuando cubran la vacante «para presentar esa nueva solicitud». Solórzano repara en que en estos momentos la marcha de esta trabajadora no influirán en exceso a los propietarios de los inmuebles que tienen aprobados sus proyectos del ARU, ya que sus funciones sobre todo tiene que ver con las justificaciones técnicas y ahora «dentro de la undécima convocatoria, una de las obras que acaba de empezar y otra que lo hará en septiembre».