Los 111.000 burgaleses de entre 40 y 59 años ya han tenido oportunidad de recibir la tercera dosis de la vacuna contra la covid en la provincia, pero, según datos oficiales, poco más de la mitad se la han puesto. Bien porque no han querido, bien porque no han podido, como consecuencia de un contagio por SARS-CoV-2 en las últimas cuatro semanas. De hecho, a esto último atribuye la Consejería de Sanidad el descenso de la recepción del refuerzo en esas franjas de edad, en las que la sexta ola ha impactado con fuerza.
Así lo explicó ayer el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, en la comparecencia posterior a la reunión ordinaria del Ejecutivo autonómico en Valladolid, en la que confió en que a medida que pase el tiempo vaya aumentando la cobertura en esas franjas de edad.
En este sentido, recordó que el equipo técnico del Ministerio de Sanidad en materia de vacunas y salud pública ha decidido que la tercera dosis se administre a los cinco meses de un contagio reciente y no a las cuatro semanas, como se anunció en Navidad, pese al desacuerdo de los expertos.
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