Los rayos de sol de febrero se consideran un pequeño lujo en un invierno tan largo como el burgalés, pero su fuerza ya deja entrever que la primavera comienza a abrirse paso de forma tímida. Las horas de luz aumentan y las gélidas noches dejan protagonismo a jornadas apacibles, algo que agradece el espíritu de los ciudadanos y también sus bolsillos.

Cada hora de calefacción ahorrada minimiza un impacto económico que será especialmente virulento en este 2023. El momento inflacionista y el precio de la energía provocarán una subida generalizada de las cuotas de las comunidades de vecinos estimadas alrededor del 10%.

Sin embargo, el Colegio de Administradores de Fincas de Burgos y Soria evita entrar en un baile de cifras, ya que cada finca «es un mundo aparte». «La estimación de las cuotas depende exclusivamente del presupuesto que cada comunidad aprueba cada ejercicio económico, por lo que no se puede generalizar en absoluto en este tema», aclara su presidente, Sergio Carrasco, quien subraya otros elementos a tener en cuenta en el escenario actual como son «los convenios colectivos sectoriales». 

Cada finca gestionará el momento según sus necesidades y características, como ha ocurrido tanto en tiempos de bonanza como en periodos de crisis. No se trata de una diferenciación por barrio o tamaño de las comunidades, sino «por los servicios que tengan contratados o por las obras y reparaciones de cada ejercicio económico».

Esta circunstancia no afectará del mismo modo a una comunidad pequeña y sin ascensor que a un gran bloque de viviendas con garaje, servicios exclusivos y personal al cargo. El reparto de los gastos comunes variará según la situación particular y las cuentas de este año se ajustarán al alza según las condiciones del momento. 

«Cualquier incremento de las cuotas mensuales viene dado por el presupuesto de gastos que se apruebe y este se definirá por la situación económica actual, que pasa por un claro incremento de precios.Sobre todo en suministros y energía», resume Sergio Carrasco.

El escenario es complejo y la tendencia alcista que afecta a todos los órdenes del día a día también se dejará notar en el mantenimiento de las comunidades y en los suministros de energía, ya sea la calefacción en invierno o el aire acondicionado en los meses de calor. Eso sí, por mucho que el escenario socioeconómico encuentre un equilibrio será complicado dar marcha atrás. 

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