La asociación de comerciantes del casco histórico y la zona sur, Centro Burgos, no sale de su asombro desde que hace unos meses recibió sendas notificaciones del Ayuntamiento para liquidar la tasa de ocupación de dominio público con vallas publicitarias o carteles. Una de ellas es la referente a la colocación de una bolsa gigante de promoción del sector en la plaza de Santo Domingo de Guzmán y en la Plaza Mayor, por la que se reclama 1.050 euros, y la otra tiene que ver con la decoración de farolas con motivo de las campañas de Navidad y de la feria Burgostock, a razón de 30 euros por cada luminaria ornamentada ya sea con lazos o banderolas.

La gerente de la entidad, Belén Marticorena, explica que dicha reclamación corresponde a los años 2018 y 2019, mostrando su temor a que puedan remitirse la de 2020 y 2021 «según vaya llegando su prescripción». Por el momento, la cantidad requerida, que ya se ha sufragado, supera los 2.000 euros, de los cuales 1.050 provienen del soporte publicitario colocado por el 25 aniversario de la agrupación y el VIII Centenario de la Catedral, y el resto por la ornamentación de 34 farolas en la calle Laín Calvo. Todos los importes fueron objeto de alegaciones, aunque estas han sido desestimadas, optando como segundo paso por acudir al Tribunal Económico Administrativo Municipal de Burgos para exigir el reintegro de dicha cuantía y los intereses devengados desde el pago del tributo hasta su devolución. Pendiente de la resolución del TEAM,  «no descartamos llevarlo al juzgado para lograr el reembolso».

«Esto no nos había pasado jamás con ningún equipo de Gobierno», critica Marticorena, quien considera que se trata de «una traba más» a la hora de poder desarrollar acciones promocionales en la calle. En este punto, recuerda la reciente exigencia de que todos los comercios que participan en campañas como Burgostock o La Noche Abierta deben presentar planes de emergencia, en lugar de exigir un único documento para toda la zona en la que se desarrollan.

La gerente de Centro Burgos ve como una «contracción total» la actuación del Ayuntamiento, ya que este tipo de iniciativas se realizan con la colaboración municipal que se recibe a través de los distintos convenios firmados cada año. «No entendemos que por un lado nos financie la actuación y por otro nos la cobre después», manifiesta.

Este el principal argumento esgrimido por la asociación en su última reclamación, donde explica que se remitieron a la Concejalía de Comercio «todos los detalles y el contenido de las campañas», además de subrayar que de las cláusulas de los acuerdos se desprende una «fuerte cooperación» entre ambas entidades para apoyar al comercio  de proximidad y fomentar los intereses de la ciudad. 

La agrupación alude a la posibilidad que concede la ley a las entidades locales de «acordar la imposición o supresión de sus tributos propios», además de que «no están sujetas las ocupaciones de dominio público local que patrocine o promocione en el Ayuntamiento por su interés municipal». Sin embargo, para que esto ocurra, según la respuesta del Consistorio a las alegaciones, «será obligatorio un informe favorable de los técnicos  que tramiten la solicitud de la ocupación de ocupación», que no consta en este caso para aplicar la exención, además de que este extremo no lo recoge el convenio. 

La  entidad señala al respecto que «no ha recibido ninguna notificación, ya que de ser así se hubieran descartado dichas actividades». Marticorena precisa que la reclamación se debe al uso del mobiliario urbano, en el caso de las farolas, y de la ocupación de vía pública en el de la bolsa gigante. «Podríamos llegar incluso a entenderlo, pero somos una asociación sin ánimo de lucro y la actuación se presentó, se aprobó y está incluida en un programa de apoyo al comercio en la ciudad». Con todo ello, avanza que la entidad no desarrollará ninguna acción sin contar con garantías, incluido la colocación de guirnaldas que se había presentado para las navidades.