Una delegación de empresarios burgaleses, a la que acompañó el alcalde, Daniel de la Rosa, viajó hasta la ciudad de Helmomd (Países Bajos) en mayo del año pasado para mantener una reunión con la empresa LightYfear, fabricante de vehículos eléctricos con energía solar, para ofrecer suelo en la capital burgalesa de cara a su posible implantación en España. La firma acordó devolver la visita a la ciudad en junio para conocer in situ las infraestructuras y dotaciones con las que contaba la ciudad, lo que nunca se produjo. Ahora se ha conocido que ha entrado en bancarrota, lo que aleja definitivamente el sueño de poder acoger una industria de estas características.

Los problemas de suministros y encarecimiento de materiales a nivel global están afectando a todo tipo de compañías y han acabado hiriendo a Atlas Technologies B.V, la empresa que estaba tras el proyecto del LightYear , el coche eléctrico solar, cuya producción se tuvo que suspender. Un tribunal de los Países Bajos ha aceptado la situación de quiebra y ha designado a un gestor que se encargará de los próximos pasos de la compañía.

La firma quería poner en el mercado el modelo de coche denominado LightYear One, que está dotado de una instalación de celdas solares integradas a lo largo del cuerpo del vehículo, desde el capó y el techo hasta la parte trasera y que suman en total cinco metros cuadrados, capaces de ofrecer hasta 60 kilómetros de autonomía en una jornada y cuyo precio de salida se estimó en 150.000 euros. 

Conocida la intención de instalar una fábrica en España, además de Burgos también se postularon otras ciudades como Barcelona o Linares (Jaén ), de modo que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo decidió tomar las riendas y supervisar las visitas que miembros de la compañía hicieran a España para comprobar las ofertas de todas las ciudades. Se anunciaron para junio y luego para julio del año pasado pero finalmente no se llevaron a cabo, lo que ya hizo temer por una marcha atrás en su intención de expandirse por otros países. Ahora el proyecto se aparca definitivamente. 
Burgos ofreció a la empresa holandesa la posibilidad de establecerse en diferentes espacios como el polígono industrial de Villalonquéjar IV o en la reciente ampliación de la Aduana.