La falta de material retrasa más la obra del andén del AVE

L.M.
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La alta demanda de suministros para la construcción se une al parón de dos semanas en el momento más crudo de la pandemia. No afectará al inicio de las pruebas con trenes

Ya se vislumbra el tercer andén (a la izquierda) que albergará a los viajeros que viajen enAVE, mientras que el 2 (central) y el 1 (el más próximo a la terminal) se reservarán para la línea convencional. - Foto: Luis López Araico

El cuento de nunca acabar. Ni más ni menos. Así se podría asemejar la llegada de la Alta Velocidad a Burgos. La historia de una infraestructura gafada que ha ido incumpliendo plazos desde la primera estimación, allá por 2015. Desde entonces en las páginas de este periódico se han relatado las previsiones que los diferentes Gobiernos, de todos los colores políticos, han ido dando para ver, por fin, entrar un AVE en la estación Burgos-Rosa de Lima. El último capítulo de este malogrado calendario se vive como consecuencia de la pandemia derivada de la COVID-19. 

Una vez terminada la obra civil en los puntos más críticos, véase el viaducto de Frandovínez y el terraplén de Palenzuela (Palencia), el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se centró en habilitar un tercer andén en la terminal ferroviaria de la capital para recibir viajeros. La primera fecha que se dio, una vez que las obras arrancaron a finales del pasado verano, con la idea de estar culminados en la primavera.

El primer día de esta estación, ya dentro del estado de alarma -cuando las obras se detuvieron dos semanas por el parón de la construcción e industria decretado por el Gobierno-, el propio ADIF se retractó y atrasó su conclusión hasta el verano. Es ahora cuando, nuevamente, el organismo dependiente del Ministerio de Movilidad vuelve a recalcular sus plazos y pone como tope finales de 2020 para terminar. ¿Las causas? Según fuentes de ADIF consultadas por este periódico, «la planificación de trabajos se ha tenido que actualizar como consecuencia del retraso en la fabricación de determinados suministros debido al coronavirus», por lo que habrá que esperar aún varios meses para ver terminada esta infraestructura.

Esta posibilidad, la de volver a posponer los plazos, ya la dejó entrever el ente estatal tras reanudarse los trabajos a mediados de abril. En el momento de regreso de las máquinas y operarios a las instalaciones, fuentes de ADIF indicaban que las labores se estaban desarrollando «a un ritmo más lento de lo normal por la situación actual. No obstante, y si las circunstancias lo permiten, se intentará trabajar a la mayor velocidad posible». Sin embargo, el cierre de empresas y proveedores dos semanas y la alta demanda una vez se ha reactivado el mercado de la construcción ha derivado en un colapso de los fabricantes, que no dan a basto a servir todos los pedidos acumulados.

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy viernes)