Aquel febrero de 2004 nevó y la mayoría de los actos del primer día del Carnaval tuvieron que suspenderse. Se salvó el pregón que dieron Las Pituister desde el Ayuntamiento de Burgos ataviadas con traje de noche (un pijama de invierno). Chus Gutiérrez y Mariaje Hernando recuerdan que el alcalde era Juan Carlos Aparicio y que improvisaron algunos diálogos aprovechando que pasaba por allí. 

Diecinueve años después la pareja de payasas ha sido encomendada para llevar a cabo la misma misión en la noche del viernes 17 (a las 20 horas). Prometen disfrazarse pero como acostumbran: «Tenemos dudas todavía, aunque no en ningún caso serán deslumbrantes porque nunca lo son», afirma Chus Gutiérrez. Eso sí, no llevarán narices de payasas porque tanto por el disfraz como por el cometido no serán necesarias.

De lo que hablarán desde el balcón no pueden adelantar nada, salvo que se ceñirán «a lo más cercano», quizá hablando de la evolución de una fiesta «cada vez más arraigada. Será en formato sketch o como diálogo y, quién sabe, quizá improvisen también con Daniel de la Rosa.