La marioneta más sencilla permite crear el universo más grande. Desde lo más absurdo a lo más realista; desde lo más trágico a lo más cómico; desde lo más futurista a lo más pretérito. La imaginación se despendola sin límites cuando de esta disciplina escénica se trata. Un botón de muestra de lo que se está haciendo en distintas partes del mundo se asoma cada año a Titirimundi. El Festival Internacional de Títeres nacido en Segovia se estiró hace 27 años hasta las orillas del Arlanzón para acercar estas virguerías. El mes de mayo también es sinónimo de marionetas en Burgos y entre el sábado 7 y el domingo 15 de mayo se acomodarán cinco propuestas para todos los públicos.
La compañía burgalesa Alauda Teatro abre el telón con Ingenii Machina, un espectáculo con artilugios mecánicos de gran tamaño que busca la interacción con el espectador, en el que una marioneta de más de cinco metros de altura dejará con la boca abierta a pequeños y grandes. Se instalará en el Monasterio de San Juan el sábado 7 de mayo con pases a las 11.30, 12.30, 17.30, 18.30 y 19.30 horas (1 euro).
Compartirá agenda ese mismo día con Les Frikis, del grupo argentino Mundo Costrini. Humor, magia, circo, canto y baile se suman en esta comedia familiar que pone el foco en una excéntrica pareja que se presentará en el Teatro Principal (19 h., 3 euros).
Un cuento del viento, del checo Pavel Smid, la aventura de dos niños que deben salir en busca del viento para que su molino se ponga en acción, completa el primer fin de semana del festival, el domingo 8 en el Teatro Principal (12.30 h., 2 euros).
La arena, la manipulación de objetos y la música en directo se confabulan para dibujar Jojo, un mimoso montaje de poesía visual que se aúpa como la segunda creación del grupo español Y tú que pintas y estará el sábado 14 en el Principal (19 h., 3 euros).
Y Hugo e Inés, compañía de Perú y Bosnia, sorprenderá con los títeres corporales que irán creando con sus propios cuerpos en Miniaturas, que llegará el domingo 15 al Principal (12.30 h., 2 euros) para escribir el final de una edición más de Titirimundi.