Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Cinco viñetas...

02/04/2022

Manolito, el amigo de Mafalda, camina por la calle. Cabizbajo. Cansino. Lleva la cartera en la mano derecha. Hoy sería una mochila. ¡Usted también ha sido chico, señor juez…! Narra la prosa del globo de la viñeta. ¡Y debe recordar que a medida que uno se acercaba a la escuela iba sintiendo como plomo en los zapatos…! ¡Cada vez más y más plomo en los zapatos, señor juez…! Quino dibujó a Manolito yendo al colegio. Como cordero llevado al matadero. Cuanto más se aproximaba el momento de entrar en clase, más barro se le hacía en los pies. Más bola en la garganta. Más resignación. La misma con la que Forges dibujaba el rictus de la de la mayoría de cada uno de sus personajes. Dos de esos calvos con bufanda, conversan. Segunda viñeta. Están recostados en el lomo de una montaña habitada por una lagartija que lee el periódico y toma el sol. ¡Donde hay poca justicia es un peligro tener razón…! ¡Eso es de cajón…! ¡No, no, de Quevedo…! Un nuevo narigón, tercera viñeta, trata de dormir en un capazo a un recién nacido con gafas y cara de señor, que mama de una chupeta custodiado por un perro. La nana es una cuarteta a modo de jota. ¡Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios/ las cosas de algunos jueces/ han de helarte el corazón…!

La cuarta viñeta es de Diana Raznovic. Una mujer con un brazo en cabestrillo y una herida en la mejilla, comparece delante de un juez. ¡Cómo voy a creer que su marido la maltrata, si todavía está viva…! La Justicia no es lo mismo que su administración. El maltrato no acaba con el maltratador. La dibujante argentina ha necesitado poco más que un lapicero para entenderlo. Cuanto más se acerca el juicio, más espeso es el barro del camino y más se dispara el peligro de tener razón. Los zapatos pesan más. Las togas, no. Las batas negras de algunos jueces son de tergal raso. Ligeras. Finas. Casi vaporosas. Fáciles de rasgar. Caifás las compra en internet por treinta piezas de plata. Parecen del mismo paño que los vestidos coloridos de las mujeres enjoyadas y entradas en carnes que dibujó Mingote. Quinta viñeta. Tres de ellas toman café y fuman en una terraza. La más empoderada pide la palabra: ¡Tengo un cuñado tan raro que, siendo juez, no ha salido nunca en los periódicos…! 

ARCHIVADO EN: Justicia, Argentina