Emocionante Bajada del Ángel en Aranda

L.N.
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Ana Maté del Pozo, de cinco años, protagoniza una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa arandina en un acto multitudinario

Emocionante Bajada del Ángel en Aranda - Foto: Luis López Araico

Aranda de Duero ha vuelto a vivir hoy, Domingo de Resurreción, una de sus fiestas más emblemáticas: la Bajada del Ángel. Una tradición, fuertemente arraigada, que ha protagonizado Ana Maté del Pozo, de cinco años. Rebosante de energía y con una sonrisa en todo momento, la pequeña descendió del globo para quitar el manto negro en señal de luto a la Virgen y que así pudiera ver a su hijo resucitado.

Hubo dos ligeros contratiempos. Una de las dos palomas que se liberan se quedó posada durante unos segundos encima de la cabeza de Ana, mientras se producía el descendimiento. Instantes después, eso sí, salió volando.

Al mismo tiempo, a la pequeña se le quedó enganchado el cíngulo con el armazón de la silla. Ana no dejó de mover brazos y piernas en ningún momento. Pletórica, sonreía emocionada hasta que el encargado de portar el estandarte consiguió desenganchar la prenda. Acto seguido, los cientos de arandinos y visitantes que acudieron a presenciar esta celebración, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, rompieron en aplausos. 

Una vez concluido este acto, organizado por la Cofradía Nuestra Señora de la Misericordia (Virgen de las Candelas) y la Hermandad de la Resurrección de Cristo, se ha celebrado una procesión por las calles del centro de la capital ribereña.